A los actores se les pide coriolanos sobre los que farolear encima de las tablas. Buena voz, presencia y Grotowskis sobre los que caer muerto con estilo sobre el escenario. En la dramaturgia el tiempo abarca la distancia entre la butaca asignada y la primera bofetada de aire que se recibe al levantarse el telón. Ese olor frío que viene de las tramoyas son los ruegos de Volumnia, Virgilia y Valeria. Un teatro grande, familiar, traicionero, popular y desquiciado con camerinos apestados de ungüentos y atrezzo para evitar que se queme la Roma de la interpretación. Allí, en el teatro, hay que provocar al público, y que éste celebre que se le provoca, que decía Dario Fo. Allí en el set de una película, un señor con parche y dos pipas, la de tabaco y la de encasquillar balas pregunta ¿Usted ha visto caminar a Henry Fonda? Pues eso es el cine.
A los actores se les pide que sean irrespetuosos, pero actrices como Lola Herrera piden respeto y abandona la interpretación de su obra por el sonido irreductible de un teléfono móvil. La actriz, con otro caminar muy distinto, al que hacía mención John Ford, castiga a Mario con una llamada de cinco horas en espera. Ese es el tempo dramatúrgico, rendir cuentas a la profesión y sacrificar aplausos para dignificar al gremio.
De ese rincón escénico sale el extremeño Alberto Amarilla. Un actor que se toma su tiempo para no caer en la endémica apoplejía silenciosa de este país. A profesionales como él se le pide quince minutos para una entrevista, un rato de buena interpretación y salir bien en pantalla. No falla, cercano, divertido y orquestal. Desde su sonrisa, nos redime con una dirección de su vida profesional más que loable. Es hora de escribir, de producir y de poner voz a Pedro y el lobo y a Babar, el pequeño elefante, sobre la música de Serguéi Prokófiev y Francis Poulenc. Cuentos narrados magistralmente por la Orquesta de Extremadura. Y es que de tanto decirlo, nadie nos va a creer.
Esta actuación, este espectáculo no es nuevo en la región…
…no, efectivamente, con la Diputación de Badajoz hicimos un disco con el pianista y amigo Pedro Piquero. Historia de Babar, el elefantito y Álbum de Madame Bovary, de Francis Poulenc y Darius Milhaud, respectivamente.
La Orquesta de Extremadura tiene antecedentes de actuaciones con actores narrando sobre una pieza musical. Lluís Homar y Juan Echanove, narrando la historia de Hamlet sobre la música incidental de Shostakóvich, José Vicente Moirón narró los Cuentos Fantásticos de Terry Jones o Pepe Viyuela también han desplegado su arte sobre la música de la Orquesta de Extremadura. Turno para ti, ¿Qué supone narrar un texto, una obra, este cuento con una sinfónica?
Trabajar con músicos siempre es curioso, somos muy diferentes aunque tenemos cosa en común, y creo que es una buena mezcla, si además todos nos adaptamos al fin último de la obra, el público, en este caso muy familiar, saldrá ganando seguro. Si de esta manera, música de orquesta con la narración de un cuento engancha al espectador infantil y juvenil, podemos hablar de éxito.
Hablas de diferencias entre actores y músicos, quizá poco tiempo para ensayar y de realizar un buen trabajo…¿Disfrutas con este tipo de espectáculos o por el contrario existe una carga de tensión alta cuando te pones delante del atril?
Ten en cuenta que los ensayos son muy cortos, escasas horas, y el cuento tiene algunas dificultades, saber cuándo la narración se empasta con la melodía y detalles orquestales que necesitan un estudio previo serio. Existe una sana tensión, ya que al fin y al cabo el narrador es como si fuera otro instrumento más
Existe una sana tensión, ya que al fin y al cabo el narrador es como si fuera otro instrumento más
Sigues en contacto permanente con la región, hace poco colaboraste en un cortometraje de María Sánchez Testón…
¡Sí! Es fantástica, hace las cosas muy bien, el corto se llama TQ, y a pesar de ser una directora cacereña muy joven su trabajo es muy profesional, con proyectos como este corto con mucho recorrido. A estos trabajos que emanan de la región no les pudo decir que no, son mi manera de estar ligado a Extremadura.
¡Extremadura y el resto del mundo! Estás con obras de teatro y series…
¡Y que no falte! Acabo de hacer una obra con el Centro Dramático Nacional, se llama Pulmones, y que aún no sabemos si vamos a girar por España. Yo sigo girando con Re cordis y ahora empiezo a grabar una serie de la que aún no puedo adelantar nada. Y todo esto lo compagino con los estudios de dramaturgia para seguir creciendo.
Una actividad incesante Alberto…después del empacho de los premios Goya ¿Qué aire se respira en sector?
El mundo del teatro, las artes siempre ha estado en crisis, de hecho cuando se suceden etapas de crisis internacionales nosotros ni las percibimos…[Ríe]…o al revés las pasamos canutas y el resto está muy bien. Esta profesión es así. Pero desde hace un tiempo yo me he acostumbrado a generar mi propio trabajo, de hecho no me quedo sólo en reforzar mi labor como actor, sino también prepararme para formar a otros actores, me apasiona la formación. El hecho de producir, escribir, mover una obra es un trabajo muy duro pero que me permite estar vivo a todas horas.
…aun así, a pesar de la sempiterna crisis algo se mueve en los teatros…
…Sí, claro, hay un boom de la dramaturgia nacional que está en un momento muy bonito. Cuando digo un momento bueno es relativo, es decir, hay un montón de pequeños hitos, éxitos en gotas que permiten seguir haciendo cosas algunos meses, no hablo de largo recorrido.
¿Obras del circuito off?
…Se están moviendo muchas obras pero creo hay cierta dependencia de lo que son los teatros públicos, siempre se mira al Teatro Español, al CDN…y está bien pero hay otro teatro que creo que es muy interesante y que está fuera del circuito convencional. Realmente da igual si es teatro nacional o privado, lo importante es que acoja todas las formas de hacer dramaturgia.
El mundo del teatro, las artes siempre ha estado en crisis, de hecho cuando se suceden etapas de crisis internacionales nosotros ni las percibimos
¿Dónde te encuentras más cómodo? ¿En el cine, en las series de televisión o en el teatro?
En las tres cosas, soy un disfrutón y aunque tienen tiempos distintos me lo paso bien en la gran pantalla, es una carrera de velocidad y hay que estar siempre acertado, en las series en una actividad de medio fondistas y ensayando teatro te caes y te puedes levantar continuamente. Del teatro saco más cosas por el trabajo de los ensayos, la manera en la que se va construyendo los personajes, en ese periodo de creación aprendo mucho.
Entrevista. Willy López | Fotografía. Félix Méndez