El pianista Tete Montoliu dijo en una ocasión, allá por el 1981, que entre los músicos había hace años una inquietud que, por el contrario, no existía entre el público. Ahora es al revés: la inquietud está en el público, entre los músicos no la hay. De eso hace 33 años y parecía haber dictado sentencia. Pocos músicos muestran actualmente, una inquietud constante, un afán por conocer y compartir para disfrutar con esa investigación musical y hacer disfrutar al público que tanto añoraba el maestro catalán. Chano Domínguez es uno de ellos. Esa rara avis gaditana que tiene pasión en su forma de andar, en su forma de expresarse y en sus danzantes y estéticos dedos. Sólo ante un piano, sólo con una luz tenue rojiza y solo, absorto, discutiendo dulcemente con las huellas de sus dedos y el teclado. Nos atiende con parsimonia, como un riff del Flamenco Sketches, nos atiende mientras el afinador pone a punto su piano, y mientras capta toda la luz de Badajoz para luego llevarla al público, su único fin…(a mi amigo Santiago Sánchez Portales)
Chano, con más de cincuenta años a tus espaldas y con muchos conciertos en tus dedos, ¿Hasta dónde tenemos que remontarnos para oír tus primeros sonidos con un piano?
Mi padre era muy flamenco, con sus conocimientos y mis ganas por tocar, paso a tocar en un grupo que creamos en el 78, Cai, que estaba dentro del movimiento llamado rock andaluz. Grabamos tres discos, alguno para la CBS y es ahí donde yo empiezo a tocar los teclados, empiezo a tocar música improvisada, con mucha influencia de los grupos de rock oíamos en esa época, bandas como King Crimson, Genesis, Jethro Tull, una música que nos influenciaba para lo que nosotros hacíamos. En esta grupo ya improvisábamos como pasa con el jazz y utilizábamos los ritmos del flamenco…que es básicamente lo que sigo haciendo hoy en día, utilizando los compases de mi tierra que me permiten expresarme con una libertad absoluta.
Sueles decir que tocas el piano como tocas porque eres de Cádiz…
Es inevitable, desarrollas la actividad a lo largo de tu vida con una esencia de dónde has crecido, además en mi caso, es una constante en mi música, dicen que tiene mucha luz, que mi música tiene un espectro de luz muy amplio porque he vivido rodeado de mucha luz, mucho color, en un Cádiz con muchísimas horas de sol que me han aportado matices en mis composiciones muy vivas
«Empiezo a tocar música improvisada, con mucha influencia de los grupos de rock oíamos en esa época, bandas como King Crimson, Genesis, Jethro Tull»
¿Y cómo se transmite esa luz en un piano?
No lo sé, es algo que he descubierto a través del público, que es el que me cuenta sus sensaciones. Sus comentarios me sirven para quizás darme cuenta que la luz impregna mi música.
También el calor de la luz está presente en Badajoz, en el sur de España en general, pero a veces, el público sureño aún no está acostumbrado al jazz…
Ten en cuenta que estamos en una tierra que no suele escuchar mucho esta música, la copla y el flamenco copan las radios y los conciertos, pero quizás, en un festival como este de Badajoz, con Chuchito Valdés, Carmen Souza, Jorge Pardo y yo se puede encontrar ese eslabón que une el flamenco con el jazz, el latin jazz. Pero te digo una cosa, y llevo tocando más de treinta años, la gente que se engancha al jazz se engancha para toda la vida, y poco a poco se van animando la gente, de todas las edades, sexos y creencias. La afición a este género ha crecido mucho en este país desde que yo empecé hasta ahora.
«La cultura es el alimento del espíritu que hace que nos sintamos vivos…y aquí se tiene relegada al último orden»
También tu forma de ser, tus raíces andaluces, se muestran en la actividad musical a través de la gran cantidad de colaboraciones que realizas…Martirio, Wynton Marsalis, Tito Puente o actualmente Niño Josele…
Tú eres lo que haces en tu vida e indudablemente no me puedo quitar de encima a Martirio, ni a Wynton, ni a Chucho Valdés, ni a Ana Belén, ni a Trueba…(ríe)…con los que he colaborado, trabajado y producido discos…forman parte de mi árbol genealógico musical.
De todos esos compañeros artistas que has compartido escenario… ¿Con quién te quedas?
Sin lugar a dudas me quedo con Paco, que nos ha dejado hace poco tristemente, ha sido un palo muy grande para todos los que lo queríamos, y tener la suerte de haberme subido al escenario con Paco de Lucia es un sueño. Pero con todos me lo he pasado bien, al fin a cabo es mi objetivo, disfrutar con mi trabajo.
Hablando de disfrutar, ¿Qué sensaciones se tiene cuando se graban discos con sellos jazzísticos como Verve o Blue Note?
Es un orgullo el que estas compañías se hayan fijado en mí, aunque estas discográficas ya no son lo que eran, cuando se centraban mucho más en discos de jazz de aquellos grandes años 50 y 60. Yo tuve la suerte de firmar con la Blue Note con Bruce Lundvall, que era el director de la discográfica que le firmaba los discos a Miles Davis, a Charlie Parker y a John Coltrane. Yo me he sentado con el mismo señor que negociaba con estas maravillas, y que además, antes de retirarse, con noventa años, firmó su último contrato, su último disco conmigo, con mi Flamenco Sketches, donde hago un homenaje al maestro de la trompeta Miles Davis. Yo tuve la suerte de ser el último disco que firmó esta leyenda de la producción discográfica.
«La gente que se engancha al jazz se engancha para toda la vida»
Las grandes “majors” del jazz está en los estados Unidos, incluso en muchos países europeos este género musical ocupa un espacio en el mercado…pero ¿Y en España? ¿Qué ambiente se respira en la cultura española?
En España, no se apuesta por nadie…lo de este país es muy penoso…no es que la cultura esté diezmada y es que ya prácticamente no existe…la danza, la pintura, la literatura, el teatro, el cine, la música…la cultura es el alimento del espíritu que hace que nos sintamos vivos…y aquí se tiene relegada al último orden. Es muy triste.
¿Qué esperas hoy del público pacense, qué vas a ofrecer en tu concierto sólo ante el piano?
Es algo que lo considero un reto conmigo mismo…te enfrentas a la desnudez del piano de madera frente al público, cuando vas con un trío, te sientes más arropado, más relajado, y en este caso, estoy yo solo, con el instrumento intentando que el público, siempre fiel en esta tierra, se lo pase lo mejor que pueda y llevarse sensaciones bonitas
Ya has visitado Extremadura… ¿Qué recuerdos tienes?
He estado en muchos sitios en esta región, aquí en Badajoz, Cáceres y sobre todo Mérida, guardo un bonito recuerdo de mi concierto en el Teatro Romano
«Yo tuve la suerte de firmar con la Blue Note con Bruce Lundvall, que era el director de la discográfica que le firmaba los discos a Miles Davis, a Charlie Parker y a John Coltrane»
Y de Extremadura a Estados Unidos, Chano ¿Cuáles son tus proyectos de futuro?
Estoy viviendo en Seattle, quiero que mi familia crezca allí, además desde allí seguiré trabajando en mis composiciones, también estoy impartiendo clases en el Cornish College de las Artes de Seattle y en la Universidad de Washington y haremos una gira con el Niño Josele del disco que nos producido Fernando Trueba.
Y para finalizar, ¿Con qué te quedas, el Flamenco o el Jazz?
(Ríe)…eso es como preguntar ¿Cuál te gusta más la rubia o la morena? Y te responden esa, esa… ¡Me apasionan las dos por igual!
Willy López | Fotografía. Félix Méndez