Han pasado años desde que una jovencita se presentara al casting de “Tienes talento”, uno de los primeros programas descubre- talentos que tanto furor han generado. Allí se encontraba ella, al margen de los que según sus padres, tutores y managers tenían un don. Un niño que embelesaba a toda una residencia de ancianos en La Vera con su gracia tipo Marcelino pan y vino, un humorista capaz de hacer llorar más que reír y un bailarín ninja con muchos campeonatos a sus espaldas. Han pasado años de ese encuentro, donde la única persona que deslumbró verdaderamente fue la joven cantaora Esther Merino. Ahora, con muchas tablas en su currículum y con el poso de la bulería, la seguidilla y el fado entre sus canciones, la artista extremeña presenta su nuevo disco, “Mil y una razones”, sin duda la mejor manera de demostrar, que en el flamenco tiene mucho futuro y talento.
Nuevo disco y muchos años condensado en estas canciones ¿qué significa para ti este lanzamiento?
Para mi supone una carta de presentación. Después de 10 años del anterior disco, este “Mil y una razones” es un sello de identidad. Un reflejo de mi forma de cantar. Y se llama así porque teníamos que sacarlo por muchos motivos, entre la maternidad, recopilar temas que me gustaran, grabar entre Jerez y Sevilla y otros parones han sido tres años para grabar este disco…mil y una razones …[Ríe]
Dame nombres que te han ayudado a sacar este nuevo disco
Mucha gente…mi familia…mis amigos…mis compañeros de profesión…mi guitarrista Juan Manuel Moreno, el que sabe sacar lo mejor de mí en los escenarios y en este disco…el sobrino del guitarrista de la Paquera de Jerez…mucha gente.
¿En qué ha cambiado Esther merino desde sus inicios hasta el día de hoy?
Durante la grabación del anterior disco yo estaba estudiando en la Fundación Cristina Heeren de Sevilla, y al principio lo que intentas es imitar a tus profesores por defecto, pero ahora lo que podemos escuchar en este nuevo trabajo es un sonido más personal, con más recorrido, donde he incluido aquello que me apasiona y a lo que le debo rendir homenaje.
“Mil y una razones es un sello de identidad, un reflejo de mi forma de cantar”
¿Y cuáles son tus palos preferidos?
A los que más sentimientos les pongo son las seguidillas y las bulerías. A pesar de ser dos palos diferentes me identifico mucho con ellos.
¿Cómo es el público de tu tierra?
Depende del sitio…[Ríe]…en una peña flamenca los cantes son más puros, con palos que no pueden faltar, como la soleá, la malagueña o la granaína, y su público es más exigente. Los festivales son otra cosa, se busca más la fiesta y el espectáculo para llegar a más público.
Eres una cantaora joven ¿Te comprometes con la heterodoxia del flamenco?
A mí me gusta mezclar, de hecho en el disco he grabado fados, me gusta divertirme con lo que hago, y en esa diversión va incluida el arriesgar con otros estilos.
“A mí me gusta mezclar, de hecho en el disco he grabado fados, me gusta divertirme con lo que hago”
¿Cómo es la vida flamenca desde la óptica de una mujer?
Antes parecía que había menos cantaoras, que las mujeres sólo podían bailar, y ahora se ven muchas más figuras femeninas en los escenarios y de calidad….
…y ¿Quién fue la artífice de la presencia de la mujer en el cante?
Quizá la Paquera de Jerez fue una de las pioneras, también Carmen Linares o Esperanza Fernández ayudaron, mucho para ponernos en nuestro sitio…ahora además con cantaoras del nivel que tenemos están poniendo las cosas difíciles a los hombres…[Ríe]
Cada dos años la Diputación de Badajoz conceden becas a futuros cantaores flamencos, ¿Qué importancia tiene para la región este apoyo institucional?
El que te den una beca para poder aprender y estudiar entre los mejores en la Fundación Heeren de Sevilla sólo pueda dar buenos resultados. Sólo hay que mirar los artistas que han salido de esta beca. Yo además del año de la beca de la Diputación de Badajoz pude disfrutar de dos años más de la misma Fundación.
“Quizá la Paquera de Jerez fue una de las pioneras, también Carmen Linares o Esperanza Fernández ayudaron, mucho para ponernos en nuestro sitio”
¿Cuál fue tu primer concierto?
El primero fue el Alburquerque, con un grupo que se llama Chanela, y me ofrecieron actuar un rato con ellos. Fue un recuerdo agridulce pero muy intenso.
¿Y tu primera actuación dónde te sentiste flamenca?
Del que me sentí más orgullosa fue sin duda, el La Unión, donde gané el primer premio por seguidillas. Primero por ser este palo uno de los que más me siento cómoda y por interpretar este palo en toda una catedral del flamenco.
¿Dónde te sientes más a gusto, en el patio de los cabales, las peñas, escenarios de festivales..?
Da igual, lo importante es estar inspirado y con gente que disfrute del flamenco…con esos ingredientes es difícil que salgan mal las cosas…[Ríe]
¿Existe apoyo para promocionar el flamenco en Extremadura?
Falta bastante apoyo a los artistas, las ayudas están más enfocadas a promocionar los tangos y jaleos de la región que en echar una mano, becas aparte, a los jóvenes que están saliendo en la región. Andalucía promociona con más firmeza este arte.
…y tras trabajar duramente…¿Puedes afirmar qué se puede vivir del flamenco?
Gracias a Dios vivo de esto. Con muchos sacrificios pero se puede trabajar del flamenco. Y no sólo por los festivales y las peñas flamencas, sino también porque doy clases de cante en Gévora.
Esther para finalizar ¿Por qué elegiste el flamenco como tu profesión?
[Ríe]…Todo salió de mi casa, mi padre es muy aficionado a este género y él siempre escuchaba al Camarón o al Turronero…además me compraba los discos de Niña Pastori que fueron en cierta manera mis primeros contactos con este estilo de vida.
Entrevista. Willy López | Fotografía. José Ignacio Rodríguez
