Seguimos las instrucciones al pie de la letra. Cambiamos petate por grabadora y cámara fotográfica y nos adentramos en uno de los atajos que la ciudad posee para entrar en el estudio de Filtirés. Allí nos encontramos con los artífices del proyecto. Estamos en nuestra casa, nos dice con una enorme sonrisa Juber Molano. Le desafiamos y le miramos a los ojos, no pasa nada, nos abre con la mano un espacio para investigar, ver, tocar y preguntar.
Chesku Jiménez, no está escribiendo, pergeña historias pero ahora hace de cicerón.
Álvaro Indias llega tarde, el propietario de la antigua casa del fotógrafo Antonio Pesini, entra de un salto y nos da la bienvenida y nos invita a conocer los rincones de Filtirés.
De la hermosa juguetería de la Tres Campanas a las salas de exposiciones de la Fundación Caja de Badajoz pasando por el imaginario de su web; al igual que las antiguas costuras de un filtiré, acabas de entrar en un mundo compuesto de piezas interconectadas entre sí que absorbe, interpreta y reinventa la realidad que vives ahí fuera. Filtirés es un movimiento con un lenguaje tan sencillo como el de las pinturas rupestres de nuestros ancestros, que revela un universo en blanco y negro de actos sencillos de la vida cotidiana, sensaciones, texturas, pasiones y aventuras de personajes reales o inventados.
Tocamos los bocetos de donde se extraen la infinidad de dibujos, se descifran los jeroglíficos del filtirés y conocemos los gadgets que proporcionan un estampado natural y único.
Estamos dentro del estudio.
¿Qué es eso de un Open Studio?
Álvaro Indias- Un espacio como éste, un taller de arte donde se suele trabajar a mano y está abierto al público. Un espacio donde se puede visitar la obra y el trabajo que realizan los artistas.
Nos suena a calle de antiguos oficios, barrio de gremio, un aire que ya se comienza a respirar en esta zona del casco antiguo de Badajoz…
Chesku Jiménez- El entorno casi obligaba a eso, con ese propósito se crea este espacio. Cada día pasan grupos de turistas que pueden conocer el interior de un sitio de creación con sello extremeño.
La calle Arias Montano, conocida como la calle la Sal, recepciona parte de la huella comercial de la ciudad. Imprentas, estudios fotográficos, negocios, colegios y obviamente los antiguos almacenes de sal, tan cotizada hace años. Su negativo está del otro lado en la callejuela que quiere ser mora y tiene mucho de judía. En las estribaciones de las antiguas bodegas de flamenco nace y se reproduce una réplica cultural de la ciudad. Seguimos descubriendo cosas dentro del estudio. Zona de exposición con filtirés a precio muy accesible como traza colaborativa.
¿Por qué esta tan presente el número 7 en vuestra estructura?
Juber Molano – Es el porcentaje, el 7%, que destinamos a ONGs para que se desarrollen proyectos de ayuda paralelos. Además nos gusta el número…[Ríe]
Chesku Jiménez- Tenemos la necesidad de hacer accesible nuestro producto, creamos para que los invidentes, por ejemplo, puedan tocar nuestras figuras. Para nosotros es algo normal apoyar esta obra social como algo normal.
Le dais una vida a esta esquina muy potente…
Juber Molano – El hecho de respetar la construcción del edificio, es decir, lo viejo se queda viejo, con retoques actuales pero siempre respetando el entorno que había
Álvaro Indias – Las claves también que promueve nuestro proyecto se fundamentan en la sostenibilidad que respeta el medio ambiente, con material reciclado y ecológico…el papel donde se imprimen los filtirés es reciclado. Es fundamental mantener esa línea en nuestra creación artística.
Juber nos enseña los paneles, los gráficos hechos a mano con tinta, se trata de un entramado de dibujos que se retuercen con otros trazos, y que finalmente componen las dimensiones de su maraña de historias y personajes.
¿De dónde surge Filtirés? ¿Cuándo surge vuestra relación artística?
Juber- Filtirés nace en enero del 2016, en mayo ya existía una producción, y en septiembre, durante la Noche en Blanco, nos presentamos como elemento virtual para todos los ciudadanos.
Álvaro- Nos conocemos hace mucho tiempo, tenemos una relación casi familiar, eso ha ayudado a que este proyecto esté vivo.
Juber – Un día con el filtirés del Hombre del espejo, nació un momento único, se creó la base de todo el proyecto.
Muchos proyectos gráficos buscan un apoyo narrativo, un espécimen literario que sazone la creación visual. Juber y Álvaro se ríen cuando hablan de esos inicios y lo importante que fue que Chesku convirtiera la cuarta dimensión de Filtirés en historias con nombre y apellidos.
El concepto de un filtirés es muy amplio, un simple corazón necesita de una historia, o no. Depende del trasfondo del público. El código QR es la opción más sencilla para que el lector se sumerja en dentro del latido de la serigrafía…todo está conectado.
Hablamos del mate, del brillo de los diseños, comentamos las historias de la cities, ese mapa monumental de las ciudades extremeñas que sirven de apoyo educativo y social.
Desde la pared de exposición nos vigilan un gurumelo, un demonio, un Cabeza de tornillo, un Milpiés …y Dragón Tentetieso…personajes del imaginario Filtirés.
¿Cuáles son las estrategias que lleváis a cabo para vender un producto intangible como este proyecto cultural?
Álvaro Indias- El proceso el lento y costoso. Se aprende poco a poco, y al igual que todo el proceso de serigrafía, la venta se va aprendiendo poco a poco. Es un producto complicado, el arte es muy arriesgado, pero desde el punto de vista del usuario final, el que se lleva una laminita a casa, aparte de gustarle el producto se lleva un cierto componente emocional, de gusto por la historia que se está llevando. Nosotros tenemos recorrido en mundo empresarial pero hacer este producto cercano aún cuesta.
Juber Molano- Nos daba rabia el no poder adquirir obras de galerías por su elevado coste, uno de los objetivos era hacer accesible nuestra obra artística.
El taller de Álvaro Indias se pierde en el horizonte de la casa, todo tipo de herramientas, material y planos compone el bodegón de la casa taller, una amalgama que cruza, la calle que años atrás era un vocerío de vida comercia y el estudio abierto de los artistas. Entre filtirés y miles de historias que escuchar, por debajo de la puerta aún asoman cartas para Pesini, un buen augurio de correspondencia como amuleto.
Entrevista. Willy López | Fotografía. Félix Méndez
Q guay! me pasaré a conoceros pronto! un abrazo!