Un extremeño entrevistando una vasca. Una vasca respondiendo a un extremeño. Elkarrizketa. Preciosa palabra para una telemática entrevista de una maravillosa autora. Entrevista. Hemos dejado reposar los limones en este crudo invierno, queríamos saber si Xoel López lo había visto, si merecía dantzan a estas alturas, si aún tiene, aún mantiene, nuestras 24 horas. Izaro Andrés Zelaieta. Algo muy bueno suena, y muy lejos de toda la roña que teje el universo musical, Izaro se presenta como una realidad para ser degustada por mucho tiempo. Una música gestada desde las entrañas, un viaje para descodificar la libertad cercenada en tiempos de pandemia, una mudanza hecha son cajas de cartón y con un claro objetivo; embelesarnos con su voz y sus letras.
Izaro, aquí en esta tierra del sur, una pequeña de seis o siete años canta tus canciones, ¡incluyendo las vascas! ¿Podemos decir que esto sólo lo consigue la fuerza de la música, esa manera ancestral de transmitir emociones, historias y sueños?
[Ríe]…qué ilusión me hace saber esto. Supongo que las emociones, las historias y los sueños son lo que nos unen por encima de todo, o mejor dicho, por debajo de todo, desde la raíz. Para mí es muy emocionante ver cómo se enciende la comunicación a través de la música, ver cuerpos responder a ese input casi inconscientemente.
¿En qué momento decidiste regalarnos tu garganta? ¿Raíces musicales en tu familia? ¿Contacto con conservatorios?…(disculpa Izaro, pero parece un interrogatorio de la Gestapo)
Me pasa una cosa extraña, que quizás le pase a más gente, pero nunca he sabido explicarlo bien. Es como si la niña que fui fuera ya adolescente, adulta y anciana antes de serlo. Como si ella ya sabía lo que iba a sentir yo hoy. No sé, como que ella ya había hecho todo el recorrido antes y me voy dando cuenta día a día. Y supongo que la voz viene desde allí, viene desde una infancia feliz y sana, de la suerte de haber podido tenerla, porque es azar. Viene de los poemas de Gloria Fuertes que me leía mi padre de pequeña, y de escuchar a mi madre cantar. No tengo estudios musicales. A una compañera de clase en la universidad le tocó una guitarra en una tómbola, no la quiso y me la dio. Empecé a tocar y a escribir un montón de canciones. Después me fui a acabar mis estudios a California, y allí me di cuenta de que quería vivir cantando. A la vuelta, acabé la carrera y no hice currículum. Creo que esa fue la afirmación.
Hablas de esa etapa tan potente de niña ¿Qué escuchabas de pequeña? Y ¿Qué disco tenemos que llevar siempre en los oídos?
Escuchaba Pirritx eta Porrotx, y “Ja, ja” de Jabier Muguruza. De adolescente escuchaba Pedro Guerra, los comienzos de Taylor Swift, Hannah Montana, The Fray, Ken7, Greenday, Avril Lavigne, Sum41. Después me enamoré del disco “Feels like home” de Norah Jones, de “La vida plena” de Pedro Pastor, de “Long Way Down” de Tom Odell y de todo lo que ha hecho después, de “Margolaria” de Mikel Urdangarin, Billie Eillish, Pomme, St. Vincent, Julio y Agosto… El último disco del que me he enamorado es “evermore” de Taylor Swift.
Me pasa una cosa extraña, que quizás le pase a más gente, pero nunca he sabido explicarlo bien. Es como si la niña que fui fuera ya adolescente, adulta y anciana antes de serlo
Tres discazos y un limón de invierno…Un disco con con Xoel oteando el invierno, un París para bailar en vasco y un oso blanco con voces celestiales de fondo…Define este último trabajo, cómo viene la letra para componer, cuéntanos el recorrido de esas diez canciones, letras en diferentes idiomas, si merece la pena hacer ese viaje musical…
Estoy muy orgullosa de este último trabajo. Es mi apología a la fantasía, a la imaginación, a visitar nuestro mundo interior, a ampliarlo y a que ese mundo interior nos ayude a mejorar el exterior. Quería encontrar alguno de mis universos fantásticos, creo que cada uno tenemos más de uno. Como Alicia y su país de las maravillas, o Charlie y su fábrica de chocolate. Yo quería encontrar el mío, y encontré limones. Y un mundo con 5 espacios: el hogar, la pasión, los recuerdos, la muerte y la revolución. El disco incluye el mapa del universo, y las canciones son un viaje dentro de ese mundo. Cada canción pertenece a un espacio, y te van como llevando. “Invierno a la vista” es hogar, “Libre” es revolución, “Paris” es pasión, “Oso blanco” son los recuerdos, y así con todas.
Para mí ha sido muy importante tener muy presente el imaginario de todo este mundo, la fotografía y los videoclips los hemos hecho con mucho mimo y mucha coherencia visual y sonora. Es un universo en el que sois más que bienvenidos y podéis quedaros todo lo que queráis.
Fernando Velázquez ha visitado mucho Extremadura para componer con la Orquesta de Extremadura, hace poco grabaste con él y la Orquesta Sinfónica de Euskadi. Nos decía en una entrevista que le hicimos que la ecuación más correcta para impactar con excelencia sin perder un ápice de calidad y sin excesos presupuestarios era algo de lo que se le ha olvidado a la gente…Que sea divertido…algo que merezca la pena ser escuchado…¿Te diviertes en tu trabajo, componiendo, escribiendo, actuando, bailando…?
Para mí es importante entender que la música y la creatividad son también mi forma de vida, mi estilo de vida, mi filosofía. No concibo el vivir sin componer, sin escribir, sin bailar, sin reír, sin cantar, sin el drama de la pena, sin llorar, dentro o fuera del escenario. No me divierto haciendo lo que hago, que también, pero es más que vivo haciendo lo que hago. Eso es para mí la vida.
Tenemos asociada a la música vasca con grupos de rock, o con músicos algo más pop como Deloran, Columpio Asesino o Berri Txarrak…¿Representas otra visión diferente, más folk, más particular, con mayor proyección internacional o te ves como una Izaro de andar por casa?
He reflexionado mucho sobre la figura de la “creadora” o “creador”, de “compositora”. Estos conceptos nos dan a entender que alguien compone algo que no existe. Y me encontré con una persona que explicaba que quizás estábamos entendiendo mal el concepto, y que el artista no hace algo que no existe, no compone, no crea algo que no existe, sino que es un canal entre la vida y lo terrenal. Que gracias a su capacidad de observación, de mirar y ver, la inspiración pasa por ella y se convierte en canción, escultura, poema, baile. Se convierte, no se crea, convierte el input de la inspiración en algo humano, un atardecer en canción, una muerte en poema. Me siento muy identificada con esto, la vida existe, y tiene sentido para mí que esa vida viaje en mí y se convierta, se transforme en otras cosas. Y eso trae la figura del creador a tierra, así evitamos endiosar a personas, y todo tiene mucho más sentido para mí. Así que siento mi arte a la vez internacional y de andar por casa. Y yo me entrego a la vida para que me traspase y se manifieste de otras formas a través de mí. No sé si he respondido a la pregunta, pero me ha salido contarte todo esto…[Ríe]
Es mi apología a la fantasía, a la imaginación, a visitar nuestro mundo interior, a ampliarlo y a que ese mundo interior nos ayude a mejorar el exterior. Quería encontrar alguno de mis universos fantásticos, creo que cada uno tenemos más de uno
Cómo ha afectado la pandemia a tu gira, tus bolos, tus grabaciones…
…Bueno, malamente, la verdad. Paralizó la gira, la aplazó dos veces, ha afectado a cada concierto por horarios, toques de queda, reducciones de aforo, mascarilla, distancia de seguridad… tampoco se puede ensayar con tranquilidad absoluta, lo mismo pasa con las grabaciones. Nos lo está poniendo realmente difícil.
Hablas…y escribes…sin tapujos de la situación política, del odio que sigue aumentando en temas tan denigrados como el feminismo…(«La llevamos clara si nos viola o nos pega un futbolista famoso»)…Crees que nuestros hijos/as, sobrinos/as o nietos/as vivirán un futuro más humano y menos desquiciante?
Sí, me preocupa bastante el discurso de que “todas las opiniones son respetables”. No es cierto. Las opiniones que opinan en nombre del odio, y que van en contra de los derechos humanos no son respetables y hay que pararlos. Tenemos que ser conscientes de esto, es muy importante. Pensar que está bien matar mujeres por serlo, no es una opinión es un delito de odio. Llamar al fascismo por eufemismos es muy peligroso. Ser machista no está bien, ser racista tampoco. No son opiniones. Y a veces me entra miedo de lo polarizado que veo el mundo, de lo naturalizado que tenemos odiar, de que la gente no sepa identificar el fascismo. Yo no quiero un mundo mejor para nuestras hijas, nuestros hijos, quiero unas hijas, unos hijos mejores para este mundo.
Qué importancia tienen las redes sociales…del crowdfunding en tiempos de cólera…
Las redes sociales son una herramienta muy poderosa, que usada bien hace mucho favor, pero usada mal… Son una de las razones de lo polarización de las sociedades. Intento usarlas de la manera más beneficiosa posible en nombre de la paz, y el progreso emocional, pero tengo que andar atenta de las horas que paso allí dentro. Estamos más enganchadas de lo que creemos. Pero es verdad que a mí me han ayudado mucho, y hay mucha gente buena a tu alcance que sin las redes jamás conocerías.
Yo no quiero un mundo mejor para nuestras hijas, nuestros hijos, quiero unas hijas, unos hijos mejores para este mundo
Un libro al que meter siempre en la maleta, una escena, un trozo de película al que hacerle una canción, un lugar, un instante para ver pasar el mundo por delante…
…Siempre puedes encontrar el norte en cualquier poema de Gloria Fuertes. Una película a la que volver siempre a acobijarse es para mí “El viaje de Chihiro”. Siempre puedes mirar al mar y darte cuenta de lo importante que es respirar. Siempre puedes acordarte de lo bien que huele un bebé.
Willy López | Fotografía. Izaro / Portada Ane Berriotxoa