Vemos a Velázquez sufriendo en su estudio, viñeta con un carrito, muy icónica, muy sencilla, una mano, una llave, unos pies, un candelabro, un primer plano, página doble…
…estas son las notas de Santiago García, el guionista de las últimas obras que ha dibujado Javier Olivares, entre ellas la magnífica Las Meninas, premio Nacional de Cómic.
El modus operandi es particular; Santiago García antes de desarrollar el guion realiza esquemas de las páginas, después lo pasa a guion y finalmente Olivares lo vuelve a convertir en páginas desglosadas en viñetas. Deconstruir para volver a moldear una obra maestra ilustrada con sello español.
Logramos rescatarlo de la ingente actividad de la Feria del Libro pacense y le preparamos un guion breve. Javier Olivares nos responde con viñetas de su día a día, nos rellena los bocadillos de sus historias y firma la portada con humildad y pasión…como el primer día…sin pretensiones pero con mucho arte entre sus premiados dedos.
“El lenguaje es, como saben, el murmullo de todo lo que se pronuncia, y es al mismo tiempo ese sistema transparente que hace que, cuando hablamos, se nos comprenda; en pocas palabras, el lenguaje es a la vez todo el hecho de las hablas acumuladas en la historia y además el sistema mismo de la lengua” Paul-Michel Foucault
Velázquez en la portada, pero…
No se trata de una biografía de Velázquez, sale porque pintó las meninas, si es una biografía es del cuadro que pintó.
Scott McCloud en Entender el cómic, el arte invisible una exploración de amplio espectro de la definición, historia, vocabulario, y métodos del medio del cómic, en sí en la forma del cómic, o en el Arte secuencial de Will Eisner. Tú haces lo mismo en tus presentaciones, desnudas tu trabajo.
Todo en libro cuanta el libro, no sólo la historia, no sólo el guion, todo el dibujo, la composición, el número de viñetas por páginas, la edición, la cubierta, el papel…jugando con esos parámetros, todo lo que concierne a la estructura del libro son elementos que tienen un sentido, no hay nada en el libro que esté hecho de forma azarosa o por un sentido plástico, sino que la historia como está contada y los dibujos no le sobra nada, no tenía grasa en sentido narrativo, cualquier elemento que se quite del libro lo descompone. Tras cuatro años de Santiago García, de documentación y pulido el libro queda en lo esencial, que mantiene la esencia, es decir que no hay nada en Las meninas que sea superfluo. Esa síntesis se nota mucho y el lector se siente atrapado por la importancia de todas las viñetas.
Existe ese enganche con este cómic y muchos otros de tu creación, pero en este caso la elipsis en la narrativa atrapa aún más
Efectivamente, el poner a Foucault en el arranque del libro ya marca una sensación de espacio curiosa. Cuando le pasamos las maquetas a compañeros y amigos, una de las cosas que más les sorprendió fue la presencia del filósofo francés. Pero la respuesta es sencilla, está puesto ahí para intentar buscar la “melodía” del tema, su presencia orquestal nos encarrila la obra. Es una llamada de atención, una test del lector…si eres capaz de pasar por encima de Foucault y seguir leyendo la recompensa será mayor…[Ríe]. Existen viñetas donde Velázquez aparece hablando con su futura mujer y en la viñeta siguiente ya hay hijos por medio, sin necesidad de “bocadillos” ni nada. Asumimos que para nuestra historia lo que pasa entre esa dos viñetas, tres o cuatro años, no es importante.
¿Velázquez no siempre está dibujado igual o es una percepción personal?
Eso es. Juego con el personaje, pasa de caricatura a personaje real, después pasa a color y luego es blanco y negro. Quería darle un toque gráfico, no quería que fuera igual, como en el cine de animación y demás. Me permite eso lujo, no es una limitación como autor, es una liberación, ya que es un dibujo y el lector lo ha asumido. Lo simbólico es muy importante.
Hace 30 años no podías hacer eso…
Claro que no, es importante reflexionar sobre eso, ya que es una convención que se tiene en los inicios, pensaba en hacer todo igual. Tengo que decir en mi favor que mi dibujo es más icónico, no soy tan realista como Moebius, aunque en el Mayor Fatal, en el Garaje Hermético el personaje cambia todo el rato y nunca lo pierdes.
Mi dibujo es más icónico, no soy tan realista como Moebius
El concepto ambiguo de obra de encargo y obra de autor lo desentrañaba Elena Odriozola diciendo que en el momento que aceptas un encargo deja de serlo.
Sí, es un trabajo terapia, es curioso porque todo lo que hecho salvo uno, parten de encargos. Cómics, periódicos, ilustraciones para revistas y demás…es mi trabajo.
Aunque suene muy raro pero ¿Disfrutas con tu trabajo?
Bueno, en parte siempre disfruto, pero es verdad que siempre surge algo de duda, frustración y demás…con las Meninas he estado muy relajado, muy contento con toda la evolución, sin escollos morales. Me pasó lo mismo con El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde que también hice con Santiago…estaban ya hechos, no había más que seguir la corriente. Con Beowulf fue todo lo contrario, el proyecto iba en otra dirección y yo podía con eso.
Hablando de Beowulf, David Rubín realizó otro completamente diferente al que estabas haciendo con Santiago García
Santiago hizo un guion totalmente diferente para Rubín, es otro libro completamente diferente. Sólo me quedan las láminas que termine de ese proyecto para expos y demás. El trabajo de Rubín es maravilloso.
Javier, ¿Podríamos decir que vuestro trabajo ha explotado con la aparición de la novela gráfica?
Siempre hemos tenido difusión, desde los años 60 estamos muy cotizados, nos acompañara o no los políticos, instituciones, editoriales o público, fuera del país siempre hemos tenido nuestro reconocimiento. En España es verdad que en parte la novela gráfica ha roto la barrera del veto de los cómics, ese público más elitista que seguía y sigue ese trabajo, para salir como un medio profesional igual que los demás. Tenemos que reivindicar nuestras obras y no nuestra lucha por ser considerado una profesión más. Normalizar este aspecto ayuda mucho y la eclosión de la novela gráfica ha hecho que la difusión de nuestro trabajo cope un público más amplio.
En España es verdad que en parte la novela gráfica ha roto la barrera del veto de los cómics, ese público más elitista que seguía y sigue ese trabajo, para salir como un medio profesional igual que los demás
Hablando de reconocimiento fuera del país, hace poco estuvisteis en Estados Unidos con la Spanish Fever…cuéntanos un poco
Con motivo de la publicación en EEUU, por la editorial «Fantagraphics», del libro SPANISH FEVER (libro que ya se editó en España, de la mano de Astiberri con el título de PANORAMA) la embajada española en Washington, el organismo «Spain Arts & Culture», el consulado de España en Nueva York y la «Small Press Expo» se unieron para organizar una gira por Estados Unidos de varios de los dibujantes que aparecemos en el libro. Así que el pasado mes de Septiembre, Santiago García (como editor del libro), Ana Galván, David Rubín, José Domingo y yo mismo partimos para los Estados Unidos. El viaje no ha podido ser más interesante.
Nada más llegar, en Washington visitamos la Biblioteca del Congreso, donde Warren Bernard (El director de la SPX) nos había preparado una muestra espectacular: originales de cómic de maestros del siglo XX sacados de los archivos de la propia biblioteca. Encima de unas cuantas mesas había planchas originales de Charles Schulz, de Principe Valiente de Foster, de Will Eisner, de Herriman, de Sterrett… todo un tesoro!!!
Los días siguientes nos dedicamos a presentar el libro en Washington y en Baltimore, donde visitamos el MICA invitados por José Villarrubia, famoso colorista de cómic para EEUU y que es profesor en esta escuela. Allí presentamos el libro en un aula llena de alumnos, lo cual fue muy estimulante para todos.
En Nueva York donde pasamos dos días visitamos la Universidad de Columbia, donde también presentamos el libro acompañados por el cónsul de España en Nueva York y al día siguiente hicimos lo propio en la conocida librería McNally Jacks,
Una gira muy intensa y muy enriquecedora. No solamente para nosotros, sino que también creemos que ha sido muy interesante y útil para la visibilidad y el conocimiento del cómic español en Estados Unidos, más allá de los dibujantes que trabajan para su mercado, a los que ya conocen. Era importante también que se conociese tanto el movimiento de la novela gráfica como el interesante panorama del cómic alternativo en España.
Veo cierto aire a Mingote en alguna obra tuya ¿Realizas homenajes en tus libros?
No conscientemente, nunca lo he hecho, pero en las Meninas me ha obligado a sacar todo lo que sé, mis fuentes de aprendizaje, y el punto Mingote lo estoy notando últimamente. Mis bases de influencia quizá giran más al entorno de Guibert, Jack Kirby, Alex Toht, autores de la que he aprendido cosas y de pronto he visto la manera de poder usarlas. No son homenajes ni copias, simplemente son influencias.
¿Te consideras dibujante o ilustrador?
Me gusta más dibujante, creo que abarca mejor lo que hago y contiene tanto al ilustrador como al dibujante de cómics.
Referencias musicales…una banda sonora de tu vida
Demasiadas…! Escucho desde a Dylan a Radiohead tengo días de Tori Amos, otros de David Sylvian, o de Led Zeppelin y puedo acabar oyendo las variaciones Goldberg tocadas por Glenn Gould.
Para mí, tanto la ilustración como, por supuesto, el cómic son artes narrativas… y todo en ambos medios (la composición, el color, el dibujo…) tiene que servir para ese propósito
¿Qué dibujos veías de pequeño? ¿Tebeos?
Veía muchos dibujos, pero prefería series como Viaje al Fondo del Mar. Tebeos muchos también, desde Mortadelos o Asterix hasta Tintín leía casi todo lo que tuviera viñetas dentro.
…una peli
¿Solo una? El Prisionero de Zenda cuando era más niño… ahora podría ser Sed de Mal de Orson Welles, Blade Runner o El Verdugo
Anécdotas en tu trabajo…
Muchas, pero las que más recuerdas son cuando, por ejemplo, te equivocas de medida en una ilustración y la haces apaisada cuando es vertical. En prensa, con las prisas, suele pasar.
¿Es fácil explicar a lo que te dedicas en casa?
[Ríe]…Ahora ya es más común ser ilustrador, y requiere menos explicaciones.
¿Cuál es el nexo de unión entre la parte literaria, narrativa y visual de la ilustración, del tebeo?
Para mí, tanto la ilustración como, por supuesto, el cómic son artes narrativas… y todo en ambos medios (la composición, el color, el dibujo…) tiene que servir para ese propósito.
¿Se puede vivir de la ilustración?
Se puede vivir de la ilustración, como se puede vivir de la pintura, o del cine. Otra cosa es que, como los anteriores, sea un mercado frágil y que no todo el mundo lo consiga…
Los peques y la ilustración, el tebeo…
Los niños son especialmente receptivos respecto a la ilustración o los tebeos, porque tradicionalmente se les ha considerado medios infantiles o juveniles por los adultos. Afortunadamente, eso está cambiando y ahora son medios más neutros y pueden generar material para adultos también.
¿Manejas las nuevas tecnologías o mantienes el uso del lápiz?
Las dos cosas. Dibujo a lápiz y a partir de ahí a veces uso la tecnología actual (ordenador) o la tradicional…
¿Qué importancia tiene el reconocimiento a través de Premios o la reseñas en el salón Internacional de Barcelona y demás?
No son necesarios, pero son importantes por la visibilidad que le dan a tu trabajo. Y también sienta bien que haya un reconocimiento a tu trabajo por otras personas, claro.
Para acabar Javier ¿Tiene importancia la ilustración en este siglo o sigue siendo una protagonista secundaria?
Creo que el siglo XXI es extremadamente visual y eso nos da un buen campo en el que trabajar… La competencia es dura, pero la imagen dibujada siempre aporta una mirada especial y una elaboración manual, algo de lo que a veces carecen las otras imágenes que nos rodean.
Entrevista. Willy López | Fotografía. Félix Méndez