Decía el bailarín y coreógrafo Antonio Gades que de cada lugar que visitaba aprendía: la sardana de Cataluña, el baile charro de Salamanca, el flamenco de Andalucía… y que esa es la cultura de un pueblo, un rito, una vida, una historia que necesitaba aprender. Una declaración de intenciones, la de unir vida, espacio físico y cultura en un mismo instante. Una frase hecha a medida para inspirarse en un hermoso proyecto, gestado, pergeñado y soñado para solapar el patrimonio monumental con el patrimonio humano de una ciudad sureña y fronteriza; Badajoz.
Es hora de suspirar. Tierra de perfume y de pasión como silabea la canción, el enclave perfecto para ver deslizarse a una Carmen de Bizet, gitana cigarrera, por los pasillos que recorren los pasillos de la Alcazaba de Badajoz. Es hora de emocionarse. Suena ópera, vemos flamenco, zizagueamos por las fachadas de una plaza alta, en otro tiempo, eco para el cante y piedra para la danza flamenca. Es hora de recuperar todas esas emociones. Estamos en la Ciudad Encendida y como dice La Habanera, el amor es un pájaro rebelde que nadie puede domesticar.
Nos vamos al París de 1983, Gades moldeando a una Cristina Hoyos ardiendo dentro de la Carmen de Bizet. Pura pasión sobre el escenario, que casi cuarenta años después, pondrá en marcha uno de los discípulos de Cristina, el extremeño bailaor y coreógrafo Jesús Ortega. Volvemos al Badajoz de 2020, y todo se alinea para ver a la gran maestra del baile flamenco y a Ortega dando a luz de nuevo a La Habanera. Una formula admirable de reivindicar un turismo construido con esencia humana, un patrimonio natural. Alma, pasión y arte sobre un decorado único. Una Ciudad Encendida y un instante insuperable para olvidar dramas de pandemia por un rato, y volver a suspirar en Badajoz.
¿Cuándo nace el proyecto de la Habanera de la Ópera de Carmen para Badajoz?
El proyecto nace hace tres años, y desde entonces, ha variado en algunos aspectos, hasta que por fin da luz en este septiembre. El proyecto está enfocado para enamorase del turismo que ofrece la ciudad, desde todo equipo de la concejalía de Turismo, enamorados de hacer las cosas bien, por el patrimonio natural y humano de Badajoz. Las infraestructuras con las que queríamos dotar al proyecto han tenido que verse modificadas por la pandemia pero el resultado es igual e impactante.
¿Un regalo para la ciudad entonces?
Se lo merece la ciudad, los ciudadanos y los artistas que trabajan en ella. Le comenté la idea a la maestra Cristina Hoyos y el sí fue inmediato. Su conexión con la ciudad es constante y que esté dentro del proyecto hace aún más potente la representación.
¿Qué se puede ver en esta Habanera de Carmen?
Vemos un pedazo de la obra, arranca desde la parte de la taberna con cuatro chicas de cuerpo de baile y Cristina Gallego, del equipo de Cristina Hoyos como artista invitada. En la parte musical, está juan Manuel Moreno a la guitarra, José Goméz “Fefo” y Francisco Pajares al cante, Ostalinda Suárez con la flauta y José Luis Vidal “El Lebri” a las palmas. Un equipo con enorme trayectoria.
El principio tiene una carga flamenca muy presente, pero siempre justificando que hay una Carmen y un don José para cuando llegue el encuentro y la ópera de Bizet acapare todas las miradas y se pueda apreciar la coreografía que ha llevado a cabo Cristina Hoyos.
El proyecto nace hace tres años, y desde entonces, ha variado en algunos aspectos, hasta que por fin da luz en este septiembre
De esta manera tendrá ese punto vanguardista, como decía José Merce que lo más vanguardista del flamenco va a ser volver a lo tradicional…la fuerza del flamenco inoculada entre otros géneros como la ópera…
…Eso es evidente, el flamenco tiene esa capacidad y esta obra se puede ver. Las raíces flamencas están impregnadas en esta obra desde el primer segundo, aunque forme parte de una composición de clásico.
¿Qué trabajo hay detrás de esta Habanera? Queremos saber todo el esfuerzo que se necesita para parir un espectáculo de esta índole.
Como en cualquier producción hay muchísimas horas de ensayo, con un trabajo muy laborioso previo de preproducción y horas y horas de trabajo. Ensayos y composición de coreografías, música, iluminación y puesta en escena. Para llevar a cabo este trabajo, esas horas salen por la pasión que metemos a nuestra profesión. Y todo ese esfuerzo de días y días para escenificarlo en media hora, el resultado a pesar de dejarte la piel, merece la pena. Este espectáculo es además cercano, para todo tipo de público, salimos del tablao flamenco, de las tablas de un escenario en los teatros, a la calle para mostrar el arte y el patrimonio de la ciudad. Además la cosa cambia con el baile, el cante no necesita tanto espacio escénico y puede ser más improvisado, se necesita ensayar más, más horas de trabajo.
El turismo genera un activo muy importante para que se creen esos espacios para el flamenco y la cultura en general
Has recorrido mundo con el baile, Japón, Estados Unidos…eres en cierta manera nuestro embajador extremeño por tierras extranjeras…
…me siento muy orgulloso, Paco Zambrano e Isabel Palop también me llaman así, el embajador del baile, y eso me enorgullece. Cuando he viajado por todo el mundo, conociendo todos los grandes teatros he disfrutado mucho, y gracias a la compañía de Cristina Hoyos. Después me he ido buscando mi hueco, viajando a Japón, Francia o Estados Unidos, para luchar por el baile. La felicidad de dejar ese granito de arena por los rincones del mundo siendo de Badajoz y la responsabilidad de dejar la marca de calidad son el motor de mi profesión. No puedo bajar la guardia por estos motivos, y la tierra es mi abanderada en todos estos sitios.
¿Puede un futuro bailaor pensar qué puede vivir de esta profesión?
Los jóvenes deben de saber que se tiene que trabajar mucho para alcanzar metas profesionales. No es fácil y de ahí mi obsesión por crear caldo de cultivo en la región. Las academias son importantes para ello.
Nada que ver tus inicios con los que se puede encontrar un chico o una chica ahora obviamente…
…El flamenco ya estaba colocando sus cimientos con gente como Cristina, existían y existen pocos sitios pero todos reconocibles. Yo por ejemplo en Badajoz no tenía un sitio donde bailar, mientras que mis amigos daban patadas a un balón yo zapateaba contra el suelo. Existía alguna escuela para no había nada más. Uno siente cuando tiene que bailar y si tiene pasión dedícate a ello y sino a otra cosa. Desde pequeño lo tenía muy claro en ese aspecto. Antes para seguir creciendo nos teníamos que ir fuera, sobre todo a Sevilla, y desde allí podíamos trabajar en alguna compañía. En la región eso era difícil. Nosotros estamos trabajando para que eso no ocurra y que esos chicos se queden perfeccionado su técnica y puedan trabajar en esta tierra. Ya no existen compañías famosas con grandes bailaores, lo tienen más difícil, cada uno hace la guerra por su cuenta, con formatos más reducidos, y eso dificultad llegar más lejos.
Paco Zambrano e Isabel Palop también me llaman así, el embajador del baile, y eso me enorgullece
El turismo y el arte van de la mano muchas veces para llegar lejos…
…efectivamente, el turismo genera un activo muy importante para que se creen esos espacios para el flamenco y la cultura en general. Muchas veces, y lo estamos viendo con la pandemia, el arte es un activo protagonista para atraer el capital humano. Lo que se genera alrededor de la cultura es incalculable.
¿Es necesario por tanto el apoyo público?
Al final todos los proyectos nacen de iniciativas privadas pero necesitamos de lo público para apoyar y regenerar la cultura. El museo del Baile Flamenco de Sevilla es único en el mundo se crea con inversión privada, pero se necesita más apoyo para poder mantenerlo. Nosotros estamos empeñados de llevar es proyecto aquí, aunque nos cueste la vida, tengo la necesidad por el sueño que tengo para dejarlo en mi ciudad.
Entrevista. Willy López | Fotografía. Félix Méndez