Librerías, miles de ellas y una Conspiración de la Pólvora. Viajes por medio mundo como cliente Prime y un bofetón al corazón del Reino de Amazon. Muchas horas escribiendo para el New York Times, para sus libros de muertos, difuntos y prostíbulos regentados por Apolo y Dioniso. El sueño canario de Sanmao y un premio periodístico peninsular. Es Jorge Carrión…
…Urban sketcher en diciembre, un campo de refugiados en el Kurdistán iraquí del 2013, un microbús roza la línea invisible en Beirut, el malnacido de Teodoro Obiang en viñetas, dimbo-dimbo y dictadura de bolsillo en Malabo, Sandino vive y madres de abril en acuarela, el neoyorkino Peter Kuper con sus cuadernos por Oaxaca y los españoles Pere Joan y Agustín Fernández Mallo de paseo por Central Park y muchas imágenes para situar el viaje en un artículo al que ponerle palabras sudadas, estrujadas entre balas y esculpidas con tinta de sangre, una especie de Heródoto con dialecto de Carrión
Cuéntanos la “Conspiración” que tienes entre manos…
…[Ríe]…Hay una asociación de librerías en España que ganó el premio de Fomento a la Lectura, y que se llama La Conspiración de la Pólvora, y son la Puerta de Tannhäuser en Plasencia, Letras Corsarias de Salamanca, e Intempestivos de Segovia. Y cuando te invitan a hacer la ruta de la pólvora, durante tres días seguidos presentas tu libro en cada uno de esos lugares.
¡Magnífico trabajo el que realizan en Plasencia con la Puerta de Tannhäuser!
Fue estupendo. Es una librería singular, por su diseño, por su luminotecnia, por su elección de libros y por la calidez de Cristina y Álvaro te sientes muy bienvenido.
Una librería actual podríamos decir, diferente trato y aspecto como modelo de negocio cultural…
…Muy contemporánea, donde la sección de libros es totalmente actual como dices, novela gráfica, ciencia ficción, buenos títulos de editoriales independientes…por otro lado es fundamental la conversación, en una librería lo que te gusta es lo que no te encuentras en Amazon, lo que no encuentras en internet, y ellos te dan una conversación, te asesoran, te aconsejan, te guían dentro de la librería. Algo que hace el librero de Tusitala en Badajoz, cuando vine a la Feria del Libro la descubrí, para mí esa librería también es de referencia.
Una vida la tuya, de recorridos por librerías del mundo, y desde Barcelona, desarrollando tu labor como periodista.
Yo me dedico al periodismo desde que tenía veinte o veintiuno, por una voluntad de ser independiente económicamente y siempre me he dedicado al periodismo cultural. Empecé en un diario de Barcelona que se llama Avui en catalán y en la revista Lateral y después codirigí la revista Quimera. En La Vanguardia y en el suplemento cultural de ABC he publicado reseñas y entrevistas desde entonces…
…y en el New York Times de la edición española…
En el New York Times me he convertido en el crítico cultural. Creo que todo eso ha sido posible gracias a los viajes que hice, en parte evidentemente, hay un peso en el trabajo cultural que se puede hacer en casa viendo series de televisión y leyendo libros. Pero hay otra parte de mi trabajo de periodismo cultural que tiene que ver con moverte, con descubrir y tocar, con viajar. Mis viajes por América Latina, estuve dos años viajando por todo América Latina y por Asia. También viví en Estados Unidos. Eso me permite tener una percepción internacional de la cultura que es la que intento practicar. Yo no creo en las culturas nacionales, creo en las culturas iberoamericanas, mediterráneas, europeas o internacionales.
¿Qué importancia tiene que siga vivo el periodismo cultural en estos momentos?
Sin los medios de comunicación, los proyectos culturales más interesantes no serían visibles, porque el mainstream lo eclipsaría todo. Por otro lado, está la dimensión crítica: es importante nuestra función de criba, de cuestionamiento de la producción cultural. La industria cultural es muy poderosa, pero lamentablemente los proyectos culturales independientes, alternativos, de alto nivel, no lo son tanto. De modo que el periodista cultural debe estar atento, casi vigilante, siguiendo el lema de Juvenal que cita Alan Moore en Watchmen: ¿Quién vigilará a los vigilantes?
Yo no creo en las culturas nacionales, creo en las culturas iberoamericanas, mediterráneas, europeas o internacionales
¿Cómo manejas tu trabajo? ¿Cuál es digamos esa rutina que tienes, viajes, artículos, novelas, familia, amistad…? ¿Cómo articulas esos tiempos de “vigilancia”?
Intento mantener mi vida familiar ordenada, llevo la mayor parte de los días del año a mis hijos al colegio, me ayuda el hecho de dirigir el máster en Creación Literaria de la Universidad Pompeu Fabra, porque eso me obliga a seguir el calendario de las clases y los proyectos de los alumnos desde mi propia ciudad. Después viajo lo menos posible, pero con la mirada muy focalizada hacia proyectos que me interesan, por ejemplo, librerías, museos de arte contemporáneos, exposiciones, etc. Ahora tengo que ir a París para ver una exposición o estoy estos días aquí viendo librerías de la Conspiración de la Pólvora, pero por suerte gran parte de la actualidad cultural la puedo seguir a mi ritmo, leyendo y viendo series o películas en mi propio ordenador.
Ver películas, leer libros, asistir a estrenos y a exposiciones…suena bucólico pero es como cualquier otro trabajo, duro en muchas ocasiones…
Sabes perfectamente de lo que estamos hablando, aunque yo nunca he trabajado en una redacción, de modo que nunca tengo la obligación de seguir la actualidad estricta de la agenda de la industria cultural, de modo que yo leo y veo las series que me interesan, y por lo general tengo la posibilidad de trabajar en temas a medio y largo plazo, que después publico en The New York Times, Mujerhoy o La Vanguardia. Es decir, por ejemplo estuve en Turín hace dos años, y me di cuenta de que este año sería el centenario de Primo Levi, hice la investigación en aquel momento, he leído durante dos años a Primo Levi y he publicado mi crónica sobre el centenario de Primo Levi ahora. Ese tipo de horizonte a mí me enriquece y me permite eso, trabajar a medio y largo plazo que no es lo habitual en el periodismo…
…Y a sacar digamos el articulo con el que has ganado el Premio de Periodismo Ciudad de Badajoz…
…Yo me acuerdo que hace ocho años leí un cuento de Borís Pilniak que se llama Un cuento sobre cómo se escriben los cuentos. Hace dos años leí a Sanmao y me di cuenta que había una conexión entre ese cuento y la vida y la obra de Sanmao, y pensé si algún día voy a Canarias podría escribir una crónica con la estructura de comparación entre Sanmao y el cuento de Pilniak, y el día antes de irme a Canarias para escribir un reportaje sobre César Manrique me acordé de Sanmao…
¿Lanzarote?
Fui a Lanzarote primero, y allí descubrí la obra de César Manrique. Al cabo de unos meses se hizo una exposición en el Centro Atlántico de Arte Moderno de Las Palmas de Gran Canaria y fui a verla. Fue entonces cuando me acordé de Sanmao. Me propuse ir a mirar si casualmente Sanmao vivía en esa isla…y sí, entonces ahí surgió el trabajo… casi en el avión, decidí escribir la crónica que me ha dado esta alegría de premio.
…un premio para un artículo arriesgado…
Es arriesgada, muy literaria…Porque no sigue ninguna de las pautas del periodismo. Llego muy tarde al foco, obligo al lector a recordar todo el tiempo la geometría del conjunto. Es una crónica totalmente literaria, que le agradezco muchísimo a Isabel Navarro, la redactora jefe de Mujerhoy, que la defendiera, porque no es el tipo de texto que publica ningún medio español de periodismo diario o semanal. Ella lo defendió a muerte y consiguió que se publicara, para mí es un… como decirlo, es un premio al riesgo, al mío y al de Mujerhoy y eso es muy importante para que el periodismo no siga en su tendencia de rebajar el nivel. Siempre se dice que el lector medio es de un modo o de otro, no sabemos cómo es el lector medio y en mi experiencia el lector medio justamente lo que quiere es estímulo, es riesgo, es calidad, es que le descubran cosas ¿no?
¿Y el artículo de César Manrique?
Esa crónica la publiqué en el New York Times.
Nos vamos al mundo de Amazon…cuéntanos que te lleva a escribir sobre esta multinacional
En 2013 quedé finalista del premio Anagrama de ensayo con un libro que se llama Librerías y que es una vuelta al mundo por las librerías más importantes y una historia de las librerías desde la antigüedad hasta ahora. Librerías se ha publicado en trece idiomas y cada vez que se ha publicado en un país me han invitado a presentarlo, de modo que he podido conocer todavía más librerías del mundo… Yo ahora tengo una visión global bastante exacta de como las librerías interpretan a Amazon y lo que he hecho en mi nuevo libro, Contra Amazon, es reunir mis mejores textos sobre el mundo del libro, hay crónicas sobre librerías de Miami, librerías de Tokio…
Hay una librería venezolana en Miami que solo vende libros en español. Fui a Buenos Aires a entrevistar a Alberto Manguel, en la Biblioteca Nacional de Argentina. Después hay crónicas sobre bibliotecas y librerías en Nápoles, en Capri, o en Corea y también hay ensayos sobre el mundo del libro, en los sentidos más amplios, por ejemplo hay un ensayo sobre las bibliotecas de la ficción, la biblioteca de Don Quijote, la biblioteca de Capitán Nemo, la biblioteca de Borges…en verdad es una defensa de la lectura crítica, de la imaginación de las bibliotecas y las librerías.
Hay librerías que su negocio se convierte en todo menos en la venta de libros…cuando vas a Lello en Oporto, por ejemplo, y una cola interminable te obliga a repensar sobre la el negocio de la literatura.
Lello es un error. Es una librería que cuando yo visité hace veiente años era muy bonita, pero…
…Y que no tendría carácter museístico por entonces…
No, no. Oporto se convierte en una ciudad turística, Oporto no tiene ningún icono y ocurre un malentendido, que es que se crea el bulo de que J.K.Rowling se inspiró en Lello para la biblioteca y la librería de Harry Potter e incluso que se filmó ahí una de las películas. Este malentendido se vuelve viral, global, y señala turísticamente la librería como la librería de Harry Potter. Lello no lo desmiente, Rowling no dice nada y eso se multiplica y se convierte en una bola impresionante que efectivamente mata la librería como tal y la convierte en un lugar terriblemente turístico. Gran parte de lo que gana Lello, que son millones al año, se tiene que invertir en restaurar cada año las escaleras, porque se desgastan por las pisadas y por el peso de la gente que sube y baja sus peldaños.
Anteriormente habías escrito una tetralogía…
…Los muertos, Los huérfanos, los turistas y Los difuntos es una tetralogía, son cuatro novelas, tres largas y una breve que es la que publicó Aristas Martínez con dibujos de Celsius Pictor y es un intento de pensar desde la ficción lo que para mí nos hace humanos, que es la lucha, el conflicto entre la ciencia y la religión, entre el mito y el logos.
Gran parte de lo que gana Lello, que son millones al año, se tiene que invertir en restaurar cada año las escaleras, porque se desgastan por las pisadas y por el peso de la gente que sube y baja sus peldaños
Periodismo…nos da miedo pero…¿Cómo anda de salud?
Yo diría que el periodismo está en su peor y su mejor momento. El peor porque absurdamente la industria global periodística se puso de acuerdo en volcar todo el contenido del diario y de la revista en la web de un modo gratuito, fue un consenso absurdo y ridículo que hundió el negocio.
¿En España, en Europa?
En el mundo, la suscripción ha vuelto en el Washington Post o en el New York Times, hace realmente poco. La publicidad se la ha quedado Google y Facebook, y ese modelo era un error. Ahora la tendencia es la suscripción, ya veremos qué ocurre, quizás llegamos tarde a eso, pero en cambio creo que hay un espacio de innovación, de riesgo, de vanguardia interesantísimo. A menudo medios no convencionales, no tradicionales. A eso me refiero con que vive su mejor momento: ¡para poder reinventarse!
¡Pero el monopolio es muy severo!
A ese respecto lo pienso en Contra Amazon, y es que Amazon, Facebook, Google, Netflix, han impuesto una nueva idea de futuro que es un futuro basado en la prueba y el error, en la perpetua metamorfosis. El algoritmo de Google y de Facebook cambia todos los días, y en cambio los seres humanos estamos programados para pensar a corto y largo plazo. La paternidad no la asumes, si no crees que la existencia de tus hijos tendrá sentido también dentro de treinta, de setenta años, en cambio para Facebook, Google y Netflix es un futuro a mi corto plazo. El periodismo tiene que negociar con eso y encontrar un modo de ser vigente, útil, crítico, y viable en la nueva lógica y eso es muy difícil de conseguir…
…Pero los ciudadanos españoles no estamos siendo éticos en este aspecto…
Los españoles tenemos que ser conscientes también de cuál es nuestro compromiso con la industria cultural española y con las plataformas españolas, en el sentido de que estamos suscribiéndonos a HBO, Netflix o a Amazon Prime, que no pagan impuestos en España y en cambio Filmin sí que lo paga, como El País o La Vanguardia también. Tú puedes elegir a qué te suscribes, y en el momento que te suscribes sellas un compromiso económico por el tipo de ciudad, comunidad autónoma, país, realidad que tú deseas para tus hijos y para ti mismo. Si tú eres de Badajoz y no compras en Tusitalia, por ejemplo, esa librería puede desaparecer en cualquier momento, de modo que tienes que pensar en si quieres que tus hijos y tus nietos puedan llegar a conocer librerías en esta ciudad. Si no compras libros en ellas, desaparecerán. Es así de fácil. Y lo mismo con el cine español, la literatura española, el periodismo español. Si tú quieres realmente que haya, información, creatividad, imaginación en tu cultura y en tu lengua tienes que apoyarla económicamente.
Los españoles tenemos que ser conscientes también de cuál es nuestro compromiso con la industria cultural española
Crees que tiene que haber una intervención tipo… bueno por ejemplo en Italia paga la gente el canon por ver la televisión pública, la RAI, tú estás en Italia y tienes que pagar un canon y lo tienen asumido como un bien cultural. En Francia y con la legislación en la mano protegen con porcentajes de emisiones y proyecciones la música, el cine, el arte francés…
Yo diría que la cultura europea se define justamente por la protección estatal de la cultura, y eso tiene que hacerse de un modo sustentable. De un modo sustentable es… a mí me encantaría que la gente pudiera tachar una casilla en la declaración de la renta sobre cultura. Igual que está la casilla de la iglesia católica, que fuera cultura española, yo le daría a esa casilla, o sea evidentemente lo que hay que hacer es ser inteligente y apostar por la cultura de un modo sistemático, serio y oficial, con las librerías, con el periodismo, con la televisión y con todo.
Entrevista. Willy López | Fotografía. Félix Méndez