Neil Gaiman dice que una ciudad no es una ciudad sin una librería. Puede llamarse a sí misma ciudad, pero a menos que tenga una librería no engaña a un alma. En esta región, las librerías dan sentido al alma del extremeño, en sus estantes, millones de palabras tejen millones de frases que componen una maraña intangible de historias. Anaqueles con autores empeñados en emocionarnos, libreros como cicerones de nuestras lecturas cincelados para dejarnos oler las páginas, saborear el tacto de las hojas, complacientes, para dejarnos paladear la primera palabra de un libro.
En Extremadura nombras a José María Casado y es posible que no le conozca nadie pero si dices Universitas la conoce todo el mundo. Detrás de la librería Universitas hay casi cincuenta años de legado cultural, una fortaleza en medio de un desierto tártaro, un Quijote con un yelmo atiborrado de sueños y un Sancho alimentado por libros. La librería pacense, ocupa un espacio que alzado en planos antiguos, conservan la esencia del matadero, una sede donde ahora se sacrifican novelas, cuentos y poesías para la lectura del consumidor hambriento. El alimento de la cultura tiene forma de libro.
Las librerías son esos espacios que guardan bibliotecas de compra venta. Sitios donde te puedes llevar una abadía llenas de crímenes, un príncipe danés loco de ira o la barca de un viejo pescador que lleva ochenta y cuatro días sin pescar un maldito pez. Libros para consumir, para dopar la imaginación, libros para dar de comer a una vaca por año, libros recomendados por Julia, Esther o Ángel, aquel tipo bajo y algo rudo de humor negro que nos tendía trampas en forma de relatos.
José María ¿Cuánto lleva la librería Universitas abierta?
Este año hace 45, en el año 73 con esta historia llamada librería. La librería Universitas empezó entre el mayo y junio del año 73 hasta hoy.
¿Cuándo surge la locura de montar una librería aquí en Badajoz, en la avenida de Colón? ¿Cuál fue la idea iniciática de eso?
Yo había llegado aquí, pertenecía al grupo Anaya trabajaba para Anaya en Salamanca. Me destinaron a Extremadura concretamente a Badajoz que era donde estaba la central para Extremadura. Oficinas, almacenes y todo esto para dirigirlo desde la ciudad. Se había estipulado un año para que Extremadura funcionara porque estaba como muy apagada la editorial de toda la regional y había que reorganizar un poco. Entonces vine por un año, de hecho mi primera casa fue el hotel Zurbarán, no conocía a nada ni a nadie. Año 73, Badajoz, oficinas en la calle Guardia Civil y almacén en la calle Menacho. Estuvimos viajando por toda Extremadura, conociendo pueblo por pueblo, por dentro de la enseñanza, librería por librería y con un 600 recorrí toda la extensa Extremadura. Tras conocer todos los colegios y todas las librerías que había por Extremadura me pareció que había una carencia a nivel bibliográfico y a nivel de librería. Las mejores librerías que había tenían un depósito de editorial Bruguera, otro de Plaza y Janés y algún libro de editorial Planeta y luego pues la gente encargaba algún libro y lo pedían pero no había más.
¿Había muchas librerías cuándo llegaste aquí?
Sí que había librerías, estaba la Alianza, Doncel, la Ibérica, la Diocesana, Artifes, la Madrileña, había muchas pero todas casi del mismo corte. Aquí y en toda Extremadura, donde normalmente la gente entraba en una librería si tenían que comprar, pero no entraban en una librería a ver libros. Entonces yo venía precisamente de Salamanca y mi hobby era, ya no solamente por trabajar en el mundo del libro, sino que siempre me había llamado mucho la librería Cervantes de Salamanca. Iba todos los sábados por la mañana sin un duro pero veía libros, me iba a la sección de filosofía, a la de sociología, a la de política, algunas veces compraba pero siempre si mi padre me daba algún dinerillo. Me dije ¿Por qué aquí en Badajoz esto no existe? La gente nada más entraba si tenían que comprar una cartita para el abuelo o tenían que comprar el libro del momento ¿Pero eso de entrar a ver?
Un formato más abierto para el acceso a la lectura…¿Eso de entrar a ver, sin necesidad de adquirir un libro?
Eso es. Fue cuando decidí casarme con Esther, alquilar un pisito en la ciudad y decidimos montar una librería con ese concepto más dinámico, con el carácter creativo de mi mujer. Entonces fue cuando cogimos en la avenida de Colón el traspaso de la librería Mecano, una papelería donde vendían máquinas de escribir, material y muebles de oficina. Allí empezamos la aventura.
La gente entraba en una librería si tenían que comprar, pero no entraban en una librería a ver libros
Con el papel fundamental de Esther para lanzar el proyecto…
Su papel es totalmente fundamental, con su trabajo le dimos un aire totalmente distinto a lo que realmente era una librería en Extremadura. El espacio era pequeño pero por aquel entonces era una librería de grandes dimensiones con prácticamente dos plantas. La parte de abajo tenia cerca de 90 m2 más luego la parte del sótano que montamos Universitas Discos como complemento y donde la gente tenían un mostrador a la entrada pero todo lo demás era una librería abierta donde tú podías empezar a ver libros que no eran exclusivamente los de Bruguera, Plaza y Janés. Empezamos a traer libros del siglo XXI, de Fundamentos, de Fondo de cultura económica y un montón de cosas más. La gente empezó a ver cosas distintas, y aunque en un principio nos auguraron que no duraríamos más de dos años, por otro éramos unos chavales intrépidos que montábamos una cosa sin saber que era Badajoz y sin saber que era una librería, y aquí estamos cuarenta y cinco años después.
¿El nombre de Universitas de dónde viene?
En esa época acabada de empezar la Universidad de Extremadura, por eso se llama Universitas. Universitas piensan que es una palabra castellana y Universitas es una palabra latina y en latín no existen las tildes. Trabajamos mucho en la Universidad, colaboré sobre todo con la Facultad de Medicina, de hecho, la primera promoción de médicos nombro dama de honor a Esther y luego nos involucramos mucho también con las corrientes y un poco más progresistas de la ciudad y montamos el centro de estudio Muñoz Torrero, un espacio donde empezaron a ir muchos periodistas, mucha gente de la ciudad…
…Era una un momento donde la sociedad política era muy convulsa…
Mucho, en el 73, imagínate. A mí me costó mucho tener que hacer viajes a Madrid y a Sevilla, para buscar distribuidores que empezaran a traer libros que aquí realmente no había. Yo creo que esa fue parte del éxito de Universitas, cuando empezó a ser una librería totalmente distinta a lo que había en Extremadura, y cuando las cosas se hacen y se trabajan con mucho cariño y un conocimiento del sector, al menos, los primeros resultados deben de ser positivos.
Y desde esos inicios hasta ahora ¿En qué momento os encontráis después de esos 45 años?
Ahora mismo nos encontramos en un momento en el que realmente nos dedicamos exclusivamente y fundamentalmente a la librería. Nosotros tuvimos un proceso en el cuál en el 78, hace 40 años montamos Universitas Editorial, Tarde de siempre de Jaime Álvarez Buiza fue nuestra primera publicación, donde fuimos publicando a Autores Extremeños, luego la Biblioteca Popular Extremeña, e incluso convocamos el primer premio Universitas de historia, donde se editó el libro de Justo Vila de la Guerra Civil en Extremadura, y luego apareció la Historia de Extremadura. Después tuve la nefasta idea de montar una imprenta, compramos Gráficas Extremeñas que luego pasó a llamarse Universitas Talleres Gráficos. Creamos la editorial para que Extremadura dejase de ser la gran desconocida. Pero fue una etapa complicada y decidimos abandonar el proyecto.
¡Llegasteis a sacar hasta un disco, un disco de culto como Acción Rock Band!
Lo que pretendíamos era dar difusión a todo lo extremeño que pudiese aportar algo dentro y fuera de nuestras fronteras y decidimos lanzarnos…yo no tenía ni tengo idea de rock, ni he cantado en mi vida, ni distingo una jota de un fandango pero estábamos en la idea de que había que promocionar la cultura. Incluso por aquel entonces me nombraron presidente de coros y danzas de Badajoz e inicié el Festival Internacional de Badajoz de Folklore es conjuntamente con Rafael Maldonado, que era el que sabia que era una jota y que era un fandango. Yo sabía lo que era organizar un evento y de hecho montamos las “Jornadas de difusión de Extremadura por el folklore”
Un salmantino con ganas de colocar a Extremadura en otro nivel…
Lo que Universitas pretendía a nivel cultural, era que no solamente el extremeño conociera su tierra, sus autores, su historia sino que también llegase a todos los rincones del mundo. Le encargué a Manolo Pecellín la historia de la literatura en Extremadura para que los alumnos en los colegios conociesen qué escritores había en Extremadura en el siglo XVI por ejemplo. La idea nuestra siempre ha sido que se conocieran los extremeños por la riqueza que había a nivel cultural en Extremadura, de autores, de pintores, compositores, artistas y difundirla para conocer nuestras raíces culturales
¿Cómo está el apartado de lectura? ¿Cuál ha sido la evolución que habéis experimentado en estos 45 años? ¿Se sigue consumiendo lo mismo?
Creo que si ha mejorado pero ha mejorado por su propio peso, es decir hay cosas que aún tienen que mejorar. Aquí hacemos además de las exposiciones, presentaciones y charlas una actividad que todos los años hacemos con uno o dos colegios, una visita guiada a una librería. El año pasado con el Instituto Zurbarán, este año con el colegio de las Josefinas. Yo les explico que es una librería, ellos entran dentro, treinta chicos y chichas y yo les explico lo que es una librería y para qué sirve también les cuento lo que es una editorial, una imprenta, lo que son unos talleres gráficos, lo que es un autor, lo que es un libro y luego hacemos una visita guiada y le voy explicando de cómo está organizado Universitas por secciones. A ellos lo que más les llama la atención es cuando digo; oye que podéis entrar en esta librería y no comprar ningún libro. Es decir esta librería está montada con ese propósito, un mostrador pequeñito ahí y todo lo demás son espacios abiertos donde vosotros tenéis acceso a coger cualquier libro, a ver cualquier libro a sentaros aquí, incluso os invitamos a tomar un café si queréis y estéis leyendo un libro ¿qué luego os interesa? Os lo lleváis ¿qué no os interesa? Lo dejáis en el sitio que estaba. Cuando les digo eso abren los ojos de una manera como diciendo -¿Pero este tío qué nos está contando? Es decir, el romper el esquema ese de una librería creada exclusivamente para comprar, sino una librería donde tú puedes disfrutar entre libros que es muy distinto.
Eso es lo que realmente es una librería, cuando tú quieres leer a Camilo José Cela o quieres leer a Chéjov tú vas a una librería y ves las obras que hay de Chéjov o tú quieres leer a Miguel Delibes pues tienes que ver todas las obras que hay de Miguel Delibes y luego tú comprarás o no, o te interesara o no, pero ya sabes quién es ese autor. Esa es la humilde aportación que hace librería Universitas, que nosotros hemos pretendido hacer en la ciudad de Badajoz, Extremadura y en la vecina Portugal.
Hablamos del libro, como herramienta cultura, como instrumento de base ¿Cómo está la salud del libro en estos momentos?
Creo que es buena, yo no estoy en contra de los readers, ni de la lectura en soporte digital ni nada de eso, no estoy en contra de las nuevas tecnologías. Hay que apoyarse en ellas y que todos son elementos suman, es decir, no son elementos excluyentes. Aunque si hay un elemento que no es que lo diga yo, es que está certificado por los últimos estudios y es que la comprensión lectora en soporte papel es siete veces mayor que en soporte digital. El tacto también juega un papel fundamental, hay que darse cuenta que tú tienes un libro y juega muchos más factores de atracción y muchos más factores para que al final la comprensión sea mayor el subrayar, el poder apuntar, ir adelante, ir atrás, el cogerlo, el llevarlo, ponerlo encima de tu biblioteca, el mirarlo… ¿Me entiendes?…El libro está unido a el disfrute del tacto, del olor, de la comprensión, de la capacidad de comunicar de un montón de cosas mientras que el soporte digital, que no estoy en contra, pero es cogerlo darle a la Tablet y ya está. A mí cuando me dicen –Yo en esto tengo 2.500 libros. ¿Y para qué quieres tantos si no los vas a leer? Prefiero tener uno o dos leídos, trabajados y subrayados y además que dentro de quince años te vuelves a leer con este recuerdo. Por ejemplo yo un libro que estoy ahora releyendo es “El viejo y el mar” de Hemingway y estoy descubriendo “El viejo y el mar” de Hemingway distinto al que yo leí. Eso es lo bueno de un libro, para esto hay que crear lectores, es la base, hay que crear una forma de vida donde las personas tienen que estar tranquilas, donde las personas tienen que estar sosegadas. Tú no puedes tener un libro y estar pensando en que mañana me echan del trabajo, ha subido la luz y no tengo con qué pagar, que la hipoteca me ahoga…¿Para qué te vas a leer un libro?…
…esa es una razón seria para estar tan desconectados de la lectura?
Esta sociedad no ha sido capaz de crear un ambiente de tranquilidad, una situación donde la gente diga –Pero si yo estoy contento con lo que estoy haciendo, si es que yo soy feliz, yo no estoy enfrentado a nadie, yo disfruto con lo que estoy haciendo, por la mañana cuando me levanto digo que bien que me haya levantado, estoy viendo amanecer y como voy a disfrutar el día de hoy. Eso tú lo unes al libro y es lo que realmente te hace feliz, te acerca de manera natural a la cultura. Ahora si tú te levantas y el entorno es hostil y oscuro el libro pasa a un segundo plano. La vida no es frágil, la vida la hemos hecho así, por ejemplo las culturas orientales no tienen nada que ver con las culturas occidentales, por eso ¿Qué es lo que sucede? Y me duele mucho decirlo es cuando dicen –Es que la crisis económica ha hecho caer el mundo del libro. Sí al peón de la construcción no entró en su vida ¿Ha venido a una librería a comprar? Sí mis clientes de toda la vida no eran por desgracia ni el agricultor, ni el albañil, ni el señor que ponía las persianas, ni el que hacía puertas, ni el que vendía muebles de cocina ese no era el cliente de una librería porque ojalá ese sector también estuviera entrando en la librería, entonces cuando esto se nos ha caído, es porque esa crisis económica que existe y que ha existido ha lapidado un montón de mentes que no les está dejando tener la tranquilidad de la que realmente hablábamos… y ahí sí que ha empezado la crisis del mundo del libro.
Algunos nos dicen -Ahora vosotros venderéis menos porque con los ordenadores y aparatos…vamos a ver, si esto está pasando aquí, en España se lee un 7% de la facturación global del mundo del libro. Un 7% es el digital y un 93% de papel, si en Estados Unidos eso no ha llegado y llevan ya años. No ha pasado todavía del 23%.
…al menos otro porcentaje, el del IVA no lo tocaron…
…Sí, el IVA está bien en los libros, es el 4%, no se atrevieron a tocarlo, pero a otros sectores culturales si les hicieron mucho daño.
Lo que Universitas pretendía a nivel cultural, era que no solamente el extremeño conociera su tierra, sus autores, su historia sino que también llegase a todos los rincones del mundo
¿Esa actividad cultural es complementaria? ¿Cómo un eslabón de dinamización cultural?
Claro, una librería es un espacio que hay que dinamizar, es un espacio cultural, no un comercio, no es exclusivamente un comercio. Hay que tener muchas otras cosas, uno de nuestros slogans de unos puntos de libros decía “Viaja por el mundo, ven a Universitas”. ¿Qué quieres un libro de historia, ver la sección de viajes, de historia, de sociología, de política o de creación literaria? Pues sin salir de Universitas lo puedes conseguir.
José María ¿Sabrías decirme cuál es el libro que más habéis vendido aquí en este casi medio siglo de librería?
La biblia no…[Ríe]…nosotros hemos vendido muchos libros que normalmente la gente por ahí no vendía, por ejemplo, “El nombre de la rosa” de Umberto Eco, recuerdo que vendimos montones de libros, como con “Los conceptos elementales del materialismo histórico” de Marta Harnecker.
Ahora si tú te levantas y el entorno es hostil y oscuro el libro pasa a un segundo plano
Otra cosa que también os diferencia, es la profesionalización de los libreros, recomendáis obras, títulos y orientáis al cliente, no se queda solamente en una visita al vacío de una librería. Todos tenemos el recuerdo de Ángel en esa faceta…
…Yo eso lo he hecho muy poco y te voy a decir el porqué, primero eso quien lo bordaba era Ángel, para eso hay que tener una virtud que yo por ejemplo no la tengo. Es decir tú me puedes decir a mí que te organice una actividad, que te proyecte una empresa, que te organice económicamente, lo que es el mundo de la empresa algo puedo aportar. He tenido personas, por ejemplo Ángel o Esther, que leían y leen novelas, relatos, cuentos, ilustraciones y tiene la capacidad para decir – A esta persona le puede gustar este. Yo reconozco que soy incapaz, no me atrevo, me parece que a lo mejor no voy a recomendar bien y antes de meter la gamba prefiero no dar muchos consejos. El concepto del prescriptor que los libreros tenemos que potenciar debe estar presente desde el minuto uno de la empresa. Julia y Esther están mucho más detrás del mostrador, conocen a las personas y saben qué tipo de libros les puede gustar. Son las verdaderas profesionales.
Acabáis de montar una librería para los más pequeños, un filo de esperanza en estos tiempos…
El país de las maravillas, lo está llevando Esther y son ellos los que dan en el clavo para comprar y da en el clavo para vender porque ahí, además hay muchos clientes que te dicen – Recomiéndame un libro para un niño de cuatro años, un niño que tiene este problema, o una niña que no le gusta leer. El país de las maravillas es un proyecto que nosotros teníamos mucha ilusión y muchas ganas de hacerlo hace mucho tiempo pero hemos ido un poco buscando el momento oportuno por si lo hacíamos. Para nosotros sí que es importante, si haces una cosa hazla bien, para quedarte a medias o hacer una chapucilla mejor no lo hagas. Este librería destinada a las etapas infantiles y juveniles ha sido una labor exclusivamente de Esther, ella es lo que lo pensó como se debía de hacer, cómo se debía de diseñar y hemos tenido la suerte de que hay una respuesta por parte del público.
Entrevista. Willy López | Fotografía. Félix Méndez | Documentación. Marta Antúnez | Cuadro de Ángel Gata. Alberto de los Ríos