Luis García Jambrina nos ha presentado una novela histórica, La sombre de otro, donde desnuda a Cervantes, donde descubrimos sus continuos fracasos, sus ganas de triunfar con la literatura, su espíritu viajero, una novela narrada por su enemigo, aquel que le dejó marcado en un duelo con el estigma de la envidia, uno de los siete pecados capitales, y que se convierte en el claro motivo de la obra de Jambrina. La sombra de otro nos sumerge en una de las épocas más apasionantes de la literatura española a través de los ojos espía de su demiurgo y autor, una novela apasionante y rebosante de aventuras.
¿A qué se refiere con La sombra de otro?
Tiene que ver con la trama de la novela y sobre todo con el narrador. La persona que narra la novela que para mí lo más importante, el hecho de encontrar la voz que cuente la historia de Cervantes era esencial para el libro y se me ocurrió que la narrara su peor enemigo, Antonio de Segura, un personaje real con el que Cervantes de 21 años tuvo un encontronazo y se batió en duelo.
“La primera misión de una novela es entretener, atrapar al lector desde la primera línea y no soltarlo hasta el final”
¿Es una novela sobre Cervantes, una biografía o una ficción de un enemigo del creador del Quijote?
Yo no quería hacer una biografía novelada, quería hacer una novela donde se vieran todas las caras de Cervantes. Sus claroscuros, sus logros y fracasos, heroicidades y miserias, las mezquindades del escritor.
¿Era consciente de su genialidad literaria?
Como reflejo en la novela, él quería triunfar, quería ser como Garcilaso de la Vega, pero hasta escribiendo el Quijote nunca supo de la dimensión de su obra. Es más, Cervantes siempre iba de desgracia en desgracia y como se puede ver en sus prólogos, remarca su mala fortuna, una especie de mano negro que le ha perseguido toda la vida.
¿Se trata de una novela muy detallista con los elementos históricos que la rodea?
Para nada, hay que liberarse de todo eso, sino es un lastre para la novela y a mí me gusta que se lea con agilidad y sea una lectura viva. Hay que tener mucho cuidado a la hora de dosificar todo eso.
Como profesor de universidad, ¿Sus novelas tienen alguna finalidad didáctica?
[Ríe]…la primera misión es entretener, atrapar al lector desde la primera línea y no soltarlo hasta el final. Luego trato de emocionar, que los conflictos sean intensos y que haya tensión. Y por último trato de enseñar, no me da vergüenza decirlo, quiero que mis novelas tengan una función didáctica pero que esté disimulado, que no sea muy descarado, es decir, que el lector conozca la época, conozca la vida de Cervantes, de la importancia del Quijote, dando estas dosis educativas bien integradas en la trama.
¿Cuál es su rutina a la hora de escribir?
A diferencia de Cervantes, donde no hemos encontrado datos que expliquen su proceso creativo, pero si encontramos vacíos en su biografía donde seguramente, ese aislamiento le servía para dedicarse a ello de manera íntegra, mi rutina para escribir es sencilla. Nunca he establecido, al menos en mis cinco primeras novelas, una base inicial, sólo una idea principal donde ir sacando las historias paralelas. No tengo una estructura previa muy planificada, mi trabajo como profesor me ayuda para ir hilvanando historias sobre autores literarios sobre los que crear tramas reales y de ficción. Aprovecho mis tiempos libres, mis vacaciones, para dedicarme a mis novelas.
Tiene una novela entre manos ahora…
…Ahora estoy con otra novela histórica, y justamente con este libro he cambiado de método. Ahora lo tengo todo armado y sobre ella voy desgranando los relatos. Es mucho más compleja, no se trata de una historia lineal, estoy aplicando otra técnica, con varios narradores, porque pienso que se pueden hacer novelas históricas con otro enfoque, queda mucho por experimentar e inventar.
Entrevista. Willy López |
