Written by: Cara a Cara

Manteniendo el teatro en vilo a través de Noemí Rodríguez

La entrevista con Noemí Rodríguez, dramaturga, actriz, autora, escritora, profesora y entrevistada se dividió en tres actos. Ninguno de ellos carente de clima, diálogos y acotaciones. Noemí posee el 50% de Teatro en Vilo, o lo que es lo mismo, mantiene en vilo el 50% de su compañía.

Acto primero

Entran en el patio de butacas la jefa de prensa del teatro, fotógrafo y redactor ataviado con retales de una corresponsalía de guerra y la dramaturga. El equipo técnico del festival prepara el sonido, las luces y el escenario de la obra que se representara ese día.

(Se sientan entrevistada y entrevistador. Se retiran las mascarillas. Buscan sus perfiles buenos)

¿Primera vez en Badajoz?

[Pausa]…sí, es la primera, tenía ganas.

Antes de hablar de la obra que subirá al escenario de este teatro, Hoy puede ser mi gran noche, cuéntame ¿Qué tiempo te ha llevado para que tu trayectoria y la de tu compañía, aún joven, teatral tenga tanto impulso?

Es muy curioso, y tras una reflexión con una pandemia por delante de dos años, nos hemos dado cuenta de que llevamos diez años de Teatro en Vilo. Todo pasa muy rápido, desde ese 2012 que creamos la compañía. Me ha he provocado la necesidad de realizar una reflexión, donde han pasado volando, hemos trabajado mucho, y sin darnos cuento hemos creado nueve espectáculos…

…Es un número importante para sólo diez años, pero ¿Cómo os ha castigado la pandemia en esa producción?

Nosotros en vez de disminuir la actividad, incrementamos la producción, porque justo cuando estábamos en el confinamiento nos llamó Alfredo Sanzol, el director del Centro Dramático Nacional, y nos propuso que hiciéramos, aún con los teatros cerrados, un montaje para teatro en streaming…y montamos una obra en plena pandemia, todo un privilegio. Tuvimos además el lujo, de montar nuestros textos y el de dos grandes dramaturgos, Juan Mayorga y Pau Miró.

Acto segundo

Desplazados a otro escenario por la prueba de luces y sonido, la entrevista se emplaza en el Bar que hace esquina con el teatro. Es octubre, corre algo de aire y tres cafés jalonan la mesa que servirá de atrezo.

El proceso de creación se convierte en un elemento de vital importancia para vuestra forma de entender el teatro y para el futuro a corto plazo de la dramaturgia…liberar al teatro de ese  encorsetamiento rígido…

Muy acertada esa observación, y es que nosotros, como autoras, no partimos de un texto escrito, normalmente partimos de preguntas imposibles de responder, y entramos en creación, en sala haciendo investigación, no para dar una respuesta si no para abrir posibilidades. No se trata de actuar como espectáculos pedagógicos, en absoluto, sólo reflexionamos para generar nuestras propias inquietudes. Comenzamos un nuevo espectáculo en el CDN y la premisa es ¿Cómo vamos a cambiar el mundo? Eso es enorme, imposible…además lo vamos hacer con personas entre 16 y 26 años, es decir, personas que están más cercanas a la infancia y que sean ellos y ellas las que intenten dar respuestas a una pregunta tan complicada nos parece fundamental. Ese punto de inocencia, tan naif, de esperanza, nos hace ver que posibilidades se pueden abrir.

¿Cómo elaboráis ese proceso de creación?

Todo parte de una escucha muy personal, ¿Qué ideas me preocupan a mí? ¿Qué me molesta a mí? ¿De qué me es difícil hablar? ¿Qué no entiendo?…si en mí se produce esa dificultad de entender algo o algo me molesta, posiblemente ese mismo movimiento de incomodidad esté sucediendo en mi entorno. Trabajamos desde la voluntad de escucharnos, desde el individuo a lo global. Es importante tener un diálogo entre el contexto social, político y personal, es básico tener el teatro como un foro, un espacio de conversación.

 

Es importante tener un diálogo entre el contexto social, político y personal, es básico tener el teatro como un foro

 

Es duro, y quizá invasivo, pero muchas veces no paramos y los que no reflexionamos o no nos escuchamos somos nosotros…¿Has parado a reflexionar si lo pasas bien durante ese proceso teatral?

Nuestra voluntad en esos procesos, es que efectivamente sea un juego, haya un disfrute, y eso es algo fundamental para la creatividad. Nosotras sin esa creatividad no podemos hacer los espectáculos que hacemos, no podemos abrir esos grandes melones de los que hablamos. Es la única manera de llegar lo más lejos posible dentro de esta profesión, de esta manera también te puedes atrever a fallar, y que el fallo no sea algo horrible, el fracaso y el miedo no son buenos compañeros de viajes. Se deben tener en cuenta para aceptarlos como una invitación para seguir creciendo, en el accidente, lo inesperado está la innovación, la oportunidad y la apertura de espacios e ideas nuevas. El teatro debería de ser el espacio de mayor posible porque te puedes crear un mundo que no existe en absoluto.

Hablas de espacios teatrales como parte de dramaturgia pero también está el espacio físico, que muchas veces no es capaz de romper, de traspasar, como a veces sucede con museos y otros espacios que asumen una rigidez desfasada. ¿Vosotras rompéis esa línea fina y divisoria de esos espacios escénicos en vuestra estructura, en vuestra forma de hacer teatro?

¿Qué es el teatro? El teatro es, entre otras muchas cosas, un ritual, una comunión de los cuerpos, el hecho social de juntarse para formar parte activa de un espectáculo. Después de la pandemia el teatro tiene otro peso…¡De repente es un evento!…cobra otra dimensión tanto, como espectadora como de actriz. Integrar al espectador antes de estrenar la obra a través de cuestiones o contactos nos hace salirnos de lo estático del teatro. Lo hicimos con Man up, por ejemplo, ya que no fuimos nada convencionales en el proceso, y eso nos permitió romper lo regio del teatro.

El teatro debería de ser el espacio de mayor posible porque te puedes crear un mundo que no existe en absoluto

Teatro en Vilo sois dos mujeres, Noemí Rodríguez y Andrea Jiménez, pero vosotras revindicáis en vuestros textos y obras, temas sin tener que identificaros con el género, procedencia o clase social…simplemente hacéis teatro, independientemente que en el contexto sí surja la crítica…

…me gusta mucho que me hagas esta pregunta, porque ya no tanto ahora, que tenemos un recorrido más largo, pero tanto en la programación como en las críticas, y porque tendemos a marcarlo todo, solían identificarnos con teatro de mujeres simplemente porque somos mujeres, una cosa que nos resultaba dolorosa. La protagonista, la dramaturga y autora son mujeres pero al final no se hablaba de la obra… ¡Hacemos teatro!…y eso de las mujeres hablan de mujeres y los hombres hablan de lo universal no es correcto. Yo hablo de lo universal, de lo humano, y sí, soy mujer y también gallega…

…Noemí, tu tierra natal, sí que aparece en la obra que presentas en el 44 Festival de teatro de Badajoz, Hoy puede ser mi gran noche

…esa parte es fundamental. La historia está basada en el contexto que nos criamos mi hermana y yo, Darlene, que también está en escena, y nosotras solemos decir que es una historia que está basada en hechos reales como las películas de los domingos de Antena 3. El show es muy vintage, y es un espectáculo de cómo reajustamos nuestras expectativas. Una historia muy cercana donde dos personas se crían en los años 90 y donde parecía que no había techo con un horizonte infinito de posibilidades que después hemos tenido que reajustar…nos preguntamos por qué hemos vivido esta trola durante tanto tiempo.

 

Trabajas con talleres teatrales, como el que se imparte en el festival, explícame cómo se desarrollan, qué pregunta se hace el alumno, qué percibes de esta actividad tan integral…

Son espacios de investigación, de encuentros entre muchas realidades, y es curioso porque cuando arranqué el curso, con una espacie de programa para impartir, descubrí tras preguntarles qué venían buscando con este taller, tuve que restructurarlo todo. Me resultó muy bonito, muy conmovedor, descubrir que muchas personas venían para ver cómo volver a empezar, para ver cómo arrancaban otra vez…dejé esas herramientas dramatúrgicas para centrarme en la creencia y la ilusión que tiene el teatro. Dentro de esa oscuridad que estamos arrastrando tenemos que seguir viva esa luz que da el teatro.

Acto tercero

Antes de recoger los bártulos, la entrevistada responde a una pregunta clave que engancha con la obra y se pagan los cafés educadamente.

Hablas de la gente, de los alumnos del taller, pero después de diez años de compañía, ¿Cómo está tú?

[Respira, largo silencio y voz entrecortada] …las personas que nos dedicamos a esto es porque sentimos una pasión muy fuerte, y yo siento que con los años, tu pasión se va transformado, tu pasión cambia, ya no sientes ese fuego, es otra sensación. Pienso que he conseguido mucho de mis sueños, vivo del teatro, hago las cosas que me gustan, seguimos produciendo, tengo todo lo que soñaba…pero tras ese desgaste para llegar ahí y mantener la misma ilusión me surge la idea de nuestra etapa de niños. De pequeños sentimos curiosidad, después esa curiosidad se transforma en pasión y esa pasión en una edad más adulta, tras un camino recorrido en tu carrera, se convierte en propósito, con la vocación de servicio, lo hago por mí pero sobre todo para los demás.

 

Willy López | Fotografía. Félix Méndez

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