Gaudí decía que la arquitectura es la ordenación de la luz y la escultura el juego de la luz. Jugar con la luz supone dejar pasar materia entre los dedos, calibrar las sombras entre la orden que manda el coco y la marca de la mano que ejecuta la orden. Una muesca compuesta por 99% creatividad y 1% habilidad. Para llegar a ese punto mágico, antes hay que recorrer muchos caminos de carreteras polvorientos y sentir muchas llagas en el bolsillo. Una vez que se llega a ese cruce artístico, se puede desordenar la luz y jugar con ella.
Estamos hablando de escultura. Eso a lo que Fidias se dedicaba hace siglos a base de una máquina de puntos, esa a la que unos locos decidieron sembrar en la isla de Pascua, la que cubrió de belleza Milo con su Venus, la que rebufa en pleno Wall Street con rasgos de toro yuppie, la que ha dejado pensar más de lo normal Rodin, esas a las que Miguel Ángel dotó de excelencia marmolea, un Moisés, un David y una maravillosa Pietá, esas que cubren nuestras dehesas urbanas, las que aportan sentido y belleza a las esquinas de planes urbanísticos y en algunas ocasiones miran escondidas su desangelado protagonismo, muchas vibran y conforman el paisaje como una armadura natural del callejero, esas son las que se mimetizan y gritan sin mover un centímetro la boca en el recorrido de cemento que conforman calles, avenidas y plazas.
Es ahí donde aparece el maestro Luis Martínez Giraldo, que como las grandes piedras, tiene su norte y sur. Un norte marcado por su excelencia escultórica y un sur dominado por su calidad humana. El escultor extremeño nos habla de arte, de cómo se puede morir si se pretender vivir de él exclusivamente. Nos habla de obras desechadas como la página de una novela que se tira a la basura. Nos recuerda que el ganar premios le ha venido bien para fundir sus siguientes obras, que la escultura, el arte en general, es como la cerveza; el primer sorbo siempre nos sabe amargo pero luego está buenísima.
Vectorizamos nuestra grabadora y el maestro Martínez Giraldo nos marca las coordenadas, es hora de remangarse y mancharse de barro. Puede que sea la mejor manera de hablar de arte.
Lo vuestro viene de lejos…
En el Renacimiento existía el oficio, de extraer los puntos a las esculturas, los scarpellino. Como el marmolista, el cantero, el escayolista, el fundidor…alrededor del escultor había un montón de artesanos que ayudaban. No es comprensible que Miguel Ángel en una vida pudiera hacer él sólo todo el volumen de obras que realizó.
¿Cuál es el procedimiento para elegir y extraer la piedra con la que se quiere esculpir?
Es uno de los procesos más importantes de la escultura. Se ha de elegir muy bien la pieza, ver el bloque que sale de la cantera para hacer tu figura, que no tenga ningún pelo, ninguna veta extraña, lo más homogénea posible. Para llegar al resultado final que se desea tiene que dominar todas las fases del oficio…sino has tallado en tu vida, será difícil que todas las piedras tengan su norte y su sur.
Para llegar al resultado final que se desea tiene que dominar todas las fases del oficio…sino has tallado en tu vida, será difícil que todas las piedras tengan su norte y su sur
Hablas de procesos, control y elección de la obra final. En la exposición que recientemente se ha mostrado con gran parte de tu trabajo en el Museo de Bellas Artes de Badajoz se mostraban diferentes obras en diferentes tamaños de figuras y tallas, como un proceso previo a la obra final que tiñen y adornan las ciudades y pueblos de Extremadura y Portugal. Esos bocetos ¿También se pueden considera tan obra como el resultante final?
Efectivamente, la escultura de los poetas (Las tres cabezas) por ejemplo, la que se puede apreciar en la colección del MUBA es una obra más, en menor tamaño, con una escala para un trabajo final más grande. No deja de ser la creación de la obra, la creatividad de todas las obras se la llevan las maquetas. Lo demás es una ampliación de esa obra.
Las grandes dimensiones de las obras, el material y el tiemplo empleado hacen que la escultura sea una de las especialidades más arriesgadas para los artistas…
…La escultura es la cenicienta de las artes. Es costosa, no la creación donde se puede utilizar una materia muy dúctil, maleable, con mucha impronta y espontaneidad como es la arcilla, este material no es caro, la obra eleva su coste cuando pasa a una materia definitiva, mármol, madera, granito o piedra o metal.
El mármol se lleva la palma entre las obras escultóricas por su pureza y belleza, ¿Qué tipo de mármol te parece más atractivo?
Hay una variedad enorme, incluso en Carrara hay montones de zonas donde el mármol no es igual. Esa zona es impresionante, como hemos hablado antes de Miguel Ángel, es inevitable hablar de la pietá y el David como una cosa única tallado bajo un mármol espectacular. Yo tengo dos tallas que se pueden ver en la exposición, Gestación en Carrara, una mujer embarazada una de ellas, donde he utilizado esta piedra fabulosa.
Nos ha sorprendido mucho, y de manera grata, parte de tu obra que no conocíamos, y que estaba gestada desde hace tiempo, las series de Carnaval, Pasarela con modisto o Sedentes cobran vida cuando se ven en su conjunto.
Yo digo que en la exposición hay obras hechas desde unas partituras y obras hechas en libertad. Las de partitura no dejan de ser encargos, donde se establecen unos criterios entre el escultor y su estilo con el motivo encargado, por ejemplo, en el monumento a los tres poetas, se exigía la presencia de Lencero, Pacheco y Valhondo, que estuviera expuesto en una rotonda con la Alcazaba a su abrigo, y esa serie conlleva una serie de condiciones preestablecidas, eso lo llamo yo como obra de partitura, desde esa lectura yo tengo que coger el violín e interpretar esa partitura…[Ríe]. El resto de las obras están hechas desde ese mundo infinito del pensamiento en total libertad con la materia en la mano, esa ahí donde se entabla el diálogo más natural entre artista y obra.
Las obras están hechas desde ese mundo infinito del pensamiento en total libertad con la materia en la mano, esa ahí donde se entabla el diálogo más natural entre artista y obra
Sueles comentar que todas las personas tenemos un perfil artístico, algún filón emocional que expresamos de diferentes maneras…
…Todo el mundo tiene una necesidad, ahora la forma de expresión es muy distinta. Esta necesidad se puede reproducir de distintos idiomas, ya sea con la música, la danza, con la pluma y la palabra, con la fotografía, la pintura…de alguna manera siempre se manifiesta. Quizá yo he escogido una forma de expresarme más dura que otras artes, pero es la que más me llena.
y…¿Cuándo surge esa necesidad de entrar en contacto con la escultura?
En el catálogo que me hace Moisés Bazán de Huerta, que más que un catálogo es una biografía, maravillosamente maquetada por la Diputación de Badajoz, recoge el autor del texto unas tallas en madera de adelfa que las conservaba mi madre, ya sabes como son las madres que guardan todo con mucho cariño, y que la tallé a los nueve años de edad. A partir de esa fecha y yo no sé por qué pero ya me sentí escultor. Ya en los Salesianos hacía figuritas con las tizas a golpe de navajilla….[ríe]. Aquello me llevó a que Juan Prieto “Charlie”, durante esa etapa escolar, me animara para integrarme en la Escuela de Artes y Oficios de Badajoz.
La Escuela de Artes y Oficios está íntimamente ligada a tu nombre en esta tierra, explícanos que supone para ti
La Escuela de Artes y Oficios ha formado gran parte de mi vida. Desde mi llegada con 16 años a la ciudad hasta hace bien poco he estado vinculado a ella. Ha sido y será siempre mi escuela…mi escuela de alumno, de profesor, de director y mi escuela de vida.
¿Crees qué se debería potenciar más este tipo de centros artísticos?
Yo he vivido del arte, y es una cosa que me emociona decirlo, y es cierto que no a todo el mundo le gusta, pero también es cierto que hay que concienciar a los poderes políticos y los que pueden tomar decisiones desde el mismo mundo del arte, la importancia que tiene la creación artística para nuestra cultura y nuestra civilización. ¿Alguien se ha puesto a pensar el dinero que ha podido entrar y podrá ingresar Gaudí en Barcelona? ¿Cuánto dinero se dejan los turistas en el David de Miguel Ángel en Florencia? ¿Cuánto genera el Museo del Prado? Ya no solo económicamente hablando, sino como complemento cultural de la persona, eso no tiene precio.
Hay que concienciar a los poderes políticos y los que pueden tomar decisiones desde el mismo mundo del arte, la importancia que tiene la creación artística para nuestra cultura y nuestra civilización
Luis, respecto al paso del tiempo, ¿Crees que el arte en España está más al alcance de los ciudadanos que en tus inicios como artista?
Sin lugar a dudas. A mí me ha costado la misma vida conseguir libros de arte. El Summa Artis me costó un dineral por ejemplo. Hoy tenemos a nuestra disposición casi todo a un golpe de teclado. Lo que tardé yo en manejar la resina no se puede comparar con la facilidad que un escultor que se inicia en este mundo, existen miles de videos y tutoriales que te lo explican en muy poco tiempo. Antes el secretismo artesanal era muy importante, yo recuerdo que cuando estuve con el maestro Flores se guardaba del secreto del dorado, dorar los marcos y figuras con pan de oro tenía su propio método bien guardado según el taller.
Aunque ha evolucionado el arte, en cuanto acceso y contenidos, sigue siendo un mercado poco accesible para los propios artistas como profesión.
Aquí en este mundo viven todos menos el pintor. El galerista, el crítico, el director del museo, el director de la escuela de arte, los profesores, el conserje de la escuela, los empleados de la seguridad, los periodistas…el que menos pinta es el pintor. Yo he podido vivir del arte, pero de las artes gráficas, como restaurador en el Museo Provincial de Bellas Artes, como profesor y director de las Escuela de Artes y Oficios, pero de la escultura no he vivido. No he podido vivir de la escultura. Yo siempre digo que el quiere vivir del arte o es un inconsciente o es un aventurero, a veces me planteo si yo he sido un cobarde, pero la realidad es otra bien distinta. El mayor pago de hacer arte es poderlo hacer. En esta región hay gente muy buena, maravillosa en su rama artística pero jamás podrá desarrollarla desgraciadamente.
El espacio es importante para crear, pero necesitas algo más que eso, suponemos que intentas solapar tu obra dependiendo de la serie
El ser humano es extraordinario, la capacidad que tenemos de creación, el espacio infinito del pensamiento donde cabe todo, en ese espacio reside toda la potencia creativa. Con la materia en la mano, las series como Cabaret, Carnaval fluyen desde el subconsciente, se comienzan a crear figuras bajo ese parte de la cabeza, que aún no sabemos ni descifrar. Surgen de manera irracional, surge algo mágico dentro de las artes…¿Por qué el arte emociona? Es algo mágico, es una transmisión de sentimientos, del artista al espectador.
Hacía tiempo que no veíamos tanta gente en una inauguración, más que una retrospectiva de tu obra parecía un homenaje de tu labor como artista y persona
Supone una satisfacción enorme que haya un reconocimiento a mi obra, sin ella no somos nadie, Leonardo da Vinci podía llamarse fulanito, pero su obra es lo que queda. Esa obra es un hijo tuyo aunque luego esté arrepentido de algunas maneras de hacer crecer a ese hijo artístico. Si además ese hijo ha crecido rodeado de tus amigos mucho mejor. Le debo mucho a ellos. Que la gente que te quiere esté orgullosa de ti es lo máximo a lo que se puede aspirar. Yo he estado muy arropado, y en el MUBA se pudo ver la entrega de esos amigos.
La escultura supone un sacrificio creativo y físico muy duro…
…Muy duro, recuerdo cuando estuvimos trabajando en la escultura de Los tres poetas, sólo tenía el apoyo de mi colaborador Adrián y ambos tuvimos que bregar con la estructura entera. Trabajar en la fundición en pleno agosto en unas condiciones durísimas.
Pero seguro que también tiene su parte amable
…[ríe] un momento dulce y gracioso fue cuando utilizamos a Juan Prieto Oliva como modelo para una figura. Se trataba de un Cristo y Juan Prieto tenía las características corporales perfectas para representarlo. El problema surgió cuando al tumbarlo en una mesa grande con los brazos abiertos, y tras cubrirlo con un plástico encima para aislarlo de la escayola, tras echarle cinco sacos de escayola y tras su secado, al intentar separar a Juan de la escayola se nos quedó pegado por el efecto del calor. Tuvimos que romper el molde encima. Tuvo su gracia.
La Escuela ha dado muchos ratos de esos ¿no?
Nos lo hemos pasado fenomenal, el espíritu que se respiraba era muy bueno, Entusiasmar a todos los alumnos para que entre todos pudiéramos mover más de 3000 kilos de hierro para un Foro Sur en Cáceres no tiene precio. La respuesta de la gente siempre ha sido genuina. Con los Corredores, la imagen de ver a 90 corredores de hierro de más de dos metros que se instalaron en la mediana de la N-630 entre Badajoz y Cáceres se me ha quedado grabada.
Aquí en este mundo viven todos menos el pintor. El galerista, el crítico, el director del museo, el director de la escuela de arte, los profesores, el conserje de la escuela, los empleados de la seguridad, los periodistas…el que menos pinta es el pintor
Y ya para finalizar Luis y en el ámbito personal de tu trayectoria profesional ¿De qué obra te sientes más orgulloso?
A todas le tienes cariño pero nunca estás satisfecho al 100% de la obra. Cuando terminas asumes que la obras es así, terminar una obra es como jugar a las 7 y media, o no te llegas o te pasas. Yo prefiero no pasarme, así el espectador puede pedir otra carta, él termina la obra. La obra de los poetas si me la encargaran hoy sería otra distinta de la que puede contemplarse actualmente.
Entrevista. Willy López | Fotografía. Félix Méndez