La vida depende de un instante, de un segundo, del lado de donde caiga la pelota, del día que dices sí a un guión absurdo de José Luis Cuerda, del día que dejas una carrera de medicina por el teatro, del lugar donde deciden (o no) tus padres en que lugar vas a nacer, la vida depende de un hilo de decisiones, de una carta con un as de picas, de una buena jugada, de una interpretación borracha de fama, la vida depende no de ti, ni del otro, depende de un monólogo de setenta y dos años, de un viaje en pleno Novencento de ida y vuelta, pegado a un piano anclado, impertérrito ante la marea, deseoso de ver la deriva para hacer de su obra un escenario, delante de una cámara, entre los guiones de una serie, la llamada de la persona que te hará cambiar en un instante tu vida, a partir de ese momento ya no podrás tirar muros, dar clases en un instituto, de ser la pesadilla de “Fendetestas”, de ser el hermano del Fary, de ser el viajero a ninguna parte, en ese momento la vida dependerá de otro, y el aplauso del público pacense después de tu interpretación en el 37 Festival de Teatro de Badajoz quedará para las ánimas de los actores secundarios, para malvivir sin saber que tienes la carta ganadora en la manga.
Naces en Tetuán…
Mi padre era médico y nació en Santiago de Compostela…y tenía un pequeño punto de locura…tampoco estaba el país para irse a África…pero alguien le dijo que allí se ganaba uno muy bien la vida…soltero, con carrera…y se marchó para Tetuán…al poco conoció a la hija de otro loco, mi abuelo, un ser valleinclánico maravilloso…y allí nací y vivimos unos veinte años hasta que los tres hermanos nos venimos a la península y mis padres se vinieron al tiempo con nosotros.
Y Miguel… ¿Esa experiencia en Marruecos te ha aportado algo a lo largo de tu vida?
…Supongo que sí, muchas veces pienso que en mis veleidades literarias, cuando empiezo a escribir con mi barroquismo y mis estudios de medicina en Sevilla tiene una mezcla particular, seguramente de mi pasado.
…es ahí en Sevilla, en la facultad de medicina, ¿Dónde empiezan tus primeros coqueteos con el mundo teatral?
…Si, prácticamente desde el primer día que comienzo la carrera…me senté al lado del que ahora sigue siendo un gran amigo mío, Juan Carlos Sánchez, y me propuso acercarme a los talleres de teatro de medicina, de ahí pasamos al grupo teatral del distrito, de ahí pasamos al Tabanque, allí creamos Esperpento, y de ahí pasamos a dar la lata y hasta ahora.
Y la familia ¿Cómo se toma tu abandono de la Medicina por el Teatro?
Yo era un loco de la medicina, en primero y segundo de la carrera y por lo que había mamado de mi padre, ya sabía mucho más que el resto de mis compañeros…fue paulatino y ya en tercero la intensidad de las obras me hizo perder pie…tardé unos nueve años en desligar mi profesión innata por mi pasión…ni la centraminas que me daba mi padre me ayudaban para aprobar…. (Ríe)
¿Qué peso tiene la compañía Esperpento para abandonar del todo la carrera?
Era una época, que a diferencia de los jóvenes de ahora, no queríamos ni ser famosos ni nada por el estilo…sencillamente nosotros queríamos, literalmente y llanamente, cambiar el mundo…así como suena…con dos cojones…hacíamos un teatro de guerrillas, en el final del franquismo, donde el hecho de levantar un telón era un acto político…y aunque hiciésemos unos entremeses de Cervantes, los grises siempre estaban en la puerta del Teatro.
“Tardé unos nueve años en desligar medicina por mi pasión…¡Ni la centraminas que me daba mi padre me ayudaban para aprobar!”
…eso suena al Viaje a ninguna parte de Fernando Fernán Gómez…
…A principios de años…yo he hecho el papel de Fernando Fernán Gómez…ha sido emocionante…como cerrar el círculo de mi vida…y es que antes y no sé por qué estaba mal visto…nos decían que era gente de mal vivir, cerraban las puertas de los gallineros porque nos atribuían que pasábamos hambre… (Ríe)…ahora también….los cómicos estaban definidos como rojos, putas y maricones. La cosa ha cambiado…a pesar de la crítica y de posicionarnos políticamente. Y nosotros no tenemos ni dinero para estafar…
Y en ese sentido ¿el 21%?…
¿Por qué no le meten mano al fútbol o a las cuenta B? ¿Por qué van contra nosotros? El desprecio a la cultura en este país es supremo…y existe un problema más grande en España, y la educación, que forma parte nuestra ética, la honradez, el compañerismo, en definitiva el acervo cultural del país. Los padres deben ser el ejemplo…ahora con 72 años me descubro diciendo… ¡Esto no le gustaría a mi padre!
Retomamos tus inicios, de Sevilla te vas a Madrid y de malvivir pasas a hacer tus pinitos en el cine en el año 1979 con El Perro…
…si empecé muy tarde con el cine…después de dejar mi foto en muchas productoras y tras el ¿Has hecho cine?… ¡Pero qué cine voy a hacer si nunca, me dais un papel!…y yo además con un físico…(ríe)…pero fíjate, cuando ya me pongo de moda, porque me pongo de moda en el cine, este oficio es muy estúpido…en los años 80…en papeles de secundario hizo un millón más las que no pude hacer porque estaba siempre rodando…llegó un momento en que todos los directores me querían…decían que daba suerte a las producciones…Estaba haciendo el Bosque animado de Cuerda y me pedían que actuase en otra película donde tenía que hacer un gato de sesenta años de aspecto bestial acostumbrado a manejar armas…ni pidiendo mucho dinero para no hacer esa estupidez me negaron el papel…Era Jarapellejos de Giménez Rico…Fíjate tú ahora (ríe).
“Llegó un momento en que todos los directores me querían, decían que daba suerte a las producciones”
Me has mencionado el Bosque animado…existe una generación que adoramos ese género de películas de Cuerda…se te ve muy a gusto en estos papeles…
…Si, sencillamente porque es un sentido del humor que comparto (hace referencia al título del nuevo libro de José Cuerda, “Me noto muy cambiá”, versión de Winston Churchill)…la intrahistoria de Amanece que no es poco, porque Total era una cosa para la tele, salvando las distancias como es lógico, ocurre lo mismo que a Cervantes cuando no sabía que estaba escribiendo el quijote, ni Humphrey Bogart e Ingrid Bergman Casablanca. Cuando estábamos rodando Amanece que no es poco, sobre todos los de mayor edad, que lamentablemente no están, Rafael Alonso, Cassen o Saza, decían, y yo el primero que nos preguntábamos donde estaba la cámara de inocente-inocente ¿Vamos hacer esto? ¿Esto es de cachondeo no? ¿Se va a estrenar? Nos van a echar de España, decíamos…hubo actrices y actores que rechazaron trabajar en esa película.
¿Los guiones de sus películas eran fieles a lo que al final se rodaba?
Si, si, de vez en cuando cambiaba alguna cosa…cambiaba algo sobre la marcha…recuerdo una anécdota del rodaje, cuando en la secuencia de los paisanos del pueblo que hacían cola para emborracharse escoltados por la guardia civil, (Su papel era el de Carmelo, el borracho que se desdoblaba), y estaba el iluminador y Cuerda con su gorrito de dirigir y de pronto me mira y le dice a los técnicos que me acercaran los focos y la cámara y me obligó a decir, ¡Pues me parece que yo me voy a sacar la chorra!…y pensando que jamás iría a montar esa parte, el día del estreno, con todos sus cojones, la incluyó (ríe).
“En Amanece que no es poco nos preguntábamos ¿Vamos hacer ésto? ¿Ésto es de cachondeo no? ¿Se va a estrenar? Hubo actrices y actores que rechazaron trabajar en esa película”
Una película que no tuvo nada de éxito en el estreno
Al estreno no fueron ni los curiosos…fue un desastre…lo que pasa es que ésto no hay quien la entienda…25 años después se ha convertido en una peli de culto. Se le atribuye a Woody Allen la frase de si supiera donde está el éxito del cine o el teatro lo harían los bancos…y que yo sepa aquí los bancos no producen ni un mísero cortometraje.
Has hecho del hermano del Fary, de cura, de borracho, del hermano de la Pantoja… ¿Cuál ha sido tu papel más logrado?
Yo cuando me vine a Madrid, después de Esperpento, Bertolt Brecht y obras de calidad…yo no tenía intención de llegar a la capital para hacer cualquier cosa, yo venía a hacer cine para Carlos Saura, Manuel Gutiérrez Aragón y de ahí para arriba y teatro con Núria Espert y Adolfo Marsillach…(pausa larga y risa)…!Pasé más hambre que la leche!…hasta que comprendí que había que hacer de todo…doblajes (un secundario de la serie Colombo con Peter Falk), mucho café teatro, entrevistas para revistas como Doblón, Hilo Musical, edición española de Playboy…menos prostituirme…pero todo relacionado con las elementos que me gustaban el espectáculo o la literatura….
…Literatura…Seguro que muchos músicos resucitan, una de tus incursiones en este mundo literario… ¿Qué se siente desde el plano de escritor?
Yo tengo un ego metido en lejía y realmente no le quiero dar importancia a este apartado, un amigo fue el que mandó el escrito a la editorial Valdemar, y de pronto me llamaron como loco…y tengo más libros pero no los he editado. Curiosamente en una feria del libro en Madrid, en el momento cúspide de fama con las serie Compañeros, compartía hora de firmas con Juan Manuel de Prada y él estaba con los brazos cruzados y yo tenía una cola enorme de gente que venía con el libro sin haber leído una sola palabra del libro…contradicciones de la vida.
“¡Pasé más hambre que la leche!… hasta que comprendí que había que hacer de todo”
Siguiendo con el teatro, el que realizas ahora, estás con un monólogo de Alessandro Barrico, Novecento, hora y media, tú sólo frente al público, ¿Te sientes cómodo con este tipo de obras?
No estás realmente jodido hasta que tengas una buena historia y alguien a quien contársela…es un agotamiento físico, mental y emocional que si alguna vez se os ocurre la peregrina idea de hacer un monólogo llamarme antes y os la quito de la cabeza…no sé cómo he aguantado…y mira que existe un proverbio que dice a lo que te hayas de negar, niégate antes…pero cuando Raúl Fuertes me lo propuso no lo hice…aunque después de leerme la obra, mereció la pena hacerla…y no por exhibicionismo, sólo por ver la cara del público…cosa que no pude hacer, ver la cara de la gente, porque me colocaron unos focos en toda cara…(ríe)
“No estás realmente jodido hasta que tengas una buena historia y alguien a quien contársela”
Miguel, te presentas en Badajoz, por primera vez con Jugadores, una obra donde el fracaso es la regla y no la excepción…
Primero habría que ver que es un fracasado…yo creo que son cuatro personas normales con problemas…problemas que tenemos todos…lo que sucede que ellos lo gestionan muy mal…un actor que hace muchos casting y no le cogen, un barbero al que no le entra nadie en la barbería y tiene miedo de que su mujer le ponga los cuernos, un profesor de matemáticas con accesos de violencia y un día le casca a un alumno y un enterrador que está enamorado de una prostituta…¿Dónde está el fracaso?…eso sí, están muy solos, se quieren a su manera y se acompañan jugando a las cartas…la realidad tragicómica al estilo de Wilder o Berlanga…
Redactor. Willy López | Fotografía. Félix Méndez
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