Suenan aún las palabras de Sofia Corradi en el Monasterio de Yuste. La mamma Erasmus aplicaba la experiencia innata, natural, fisiológica de salir de la zona de confort familiar y descubrir mundo en su elegante y experimentado discurso al recibir el Premio Carlos V de la Fundación Academia Europea de Yuste.
Añadía Corradi, que ese contacto con otros países es esencial para obtener una inmersión plena en una cultura distinta y volver mejores personas. En ese punto estamos, en el vórtice de conexión de experiencias entre regiones, países y continentes. Un decálogo no escrito, donde Extremadura asume un nuevo desafío, una nueva aventura para seguir creciendo con los retos que la región tiene que canalizar, impregnar e implementar en este nuevo panorama global. La mejor protagonista para acoger todas esas ideas es, sin duda, Rosa Balas, la Directora General de Acción Exterior de la Junta de Extremadura. Decía la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, haciendo referencia a la nueva Bauhaus, que Europa debe ser un espacio de co-creación donde arquitectos, artistas, estudiantes, ingenieros, diseñadores deben trabajar juntos para que eso suceda. Un reto al que se une el proyecto de Acción Exterior, con Rosa Balas como cicerone del proyecto desde la región.
Nos atiende Rosa en un día frío, ventoso y casi festivo. Seguimos trabajando en ese clima tan poco descriptivo de Extremadura, pero que se antoja como un resumen climático de la situación pandémica del mundo. Siempre con una sonrisa, cercana y repleta de referencias profesionales desde sus inicios en Bruselas, Balas nos hace un recorrido por los planes que se llevan a cabo desde Acción Exterior. Analizamos el nuevo puzle al que nos enfrentamos en la maraña social, cultural y económica a todos los niveles y viajamos a miles de puntos del atlas mundial para conocer qué hacen, cómo viven y qué proyectos de futuros tienen nuestros extremeños y extremeñas fuera de nuestras fronteras.
Palabras sinceras, con un proyecto bien trazado y con muchas propuestas que asumir, una charla con Rosa Balas y el II Congreso Mundial de la Ciudadanía Extremeña en el Exterior, como espacio para definir la nueva relación que se quiere mantener con los extremeños en el exterior y perfilar las líneas maestras de la futura política de emigración de Extremadura.
II Congreso Mundial de la Ciudadanía Extremeña en el Exterior. Detállanos, Rosa, el objetivo de este segundo encuentro.
Este II Congreso tiene el objetivo de aterrizar y aterrizar proyectos. El I Congreso fue un ejercicio de trasladar a la ciudadanía, los que residen en la región, el valor que tiene los extremeños y extremeñas que están fuera, y también trasladar a los extremeños que están fuera, transportar a nuestra emigración la estrategia de Extremadura en el Mundo. El objetivo que teníamos era conectar a toda nuestra diáspora con la región y a la inversa y que tanto unos como otros supiésemos que estábamos haciendo y cómo podemos colaborar y crear esas redes de apoyo. A mí siempre me gusta decir que es cierto que esta estrategia es una acción que nace desde la Junta de Extremadura, que es impulsada desde con la dirección de Acción Exterior pero que es un proyecto que se construye con el objetivo de involucrar a toda la sociedad, de involucrar a otras organizaciones, las instituciones, por supuesto al sector empresarial, el sector privado de la región, a la Universidad, centros de investigación, al ámbito cultural, al deportivo…es decir, es una iniciativa que va mucho más allá de la parte que puede realizar sólo y exclusivamente la Junta de Extremadura.
¿Cuáles son las prioridades de los cuatro Retos de este segundo Congreso?
Concretar y aterrizar algunos proyectos que son prioridades para la región, prioridades que además están totalmente alienadas con las prioridades de la Unión Europea y con las prioridades globales, por eso trabajamos en cuatro retos que son importantes. El reto de cómo conseguir una Extremadura verde, digital y resiliente, que son los objetivos marcados por la Unión Europea en la que creemos que esta región tiene mucho que decir. Cómo conseguir esa parte de innovación en la cultura, cómo hacer de Extremadura ese lugar de referencia, de creatividad y de inspiración en el sector cultural uniendo la ciencia, la tecnología o la innovación, con esa mezcla de competencias y talentos que tantos resultados aporta. Después está el posicionamiento claro que Extremadura tiene y debe tener en una relación privilegiada con América Latina y como trabajar para hacer de puente entre Europa y América Latina. Probablemente no haya una región que tenga un sentimiento más amplio y una vocación más americanista que Extremadura en toda la Unión Europea. Y por último el trabajo que tenemos que seguir realizando con las casas y las federaciones de Extremadura en el exterior que durante muchas décadas han estado trabajando para posicionar la región fuera de ella. Ahora les toca un reto, afrontar el relevo generacional, debe continuar con el enorme trabajo que han hecho desde hace muchos años., atrayendo nuevos nichos intergeneracionales en estos espacios.
Es un proyecto que se construye con el objetivo de involucrar a toda la sociedad, de involucrar a otras organizaciones, las instituciones, por supuesto al sector empresarial, el sector privado de la región, a la Universidad, centros de investigación, al ámbito cultural, al deportivo.
Sentimos que se ha dado un salto tangible desde ese primer Congreso hace dos años. Bien sea por la nueva percepción social y económica de los extremeños que están fuera de la región, nuevos estilos de vida, incipientes desarrollos profesionales que nos obligan a establecernos fuera de nuestras fronteras y por la destructiva acción de la pandemia. ¿Una emigración muy distinta de las sufridas décadas atrás?
Muchas veces cuando hablamos de la emigración la representamos como un bloque, y como los jóvenes no son un bloque, como la cultura en sí no es solo un bloque, la emigración, nuestra diáspora no es un bloque. Es decir, hay diferentes elementos por los cuales las personas deciden iniciar un nuevo proyecto vital en otro lugar, por un elemento profesional, por una decisión sentimental o por un elemento natural de cada uno, su forma de ser y apreciar nuevas experiencias, para realizar su trayectoria fuera de aquí. A eso hay que sumarle que evidentemente hay unos momentos en la que se produce una migración económica, como la que se inicia en los años 50 y de los años de la gran crisis mundial del 2009. Pero al margen de esos elementos, que están ahí y que tenemos que ser conscientes de ello, porque tenemos entender todos y cada uno de los movimientos y por qué se generan, porque esos nos van a permitir desarrollar acciones más individualizadas. Debemos aplica r medidas diferentes a los contactos de aquellas casas extremeñas que se crearon en los años 50 a los actuales, que con aquellas personas que en un determinado momento se han ido de la región porque han decido que su proyecto vital en este momento, está en otra localidad e España o en otro país del mundo. También hay que mantener otro contacto con aquellas personas que con una trayectoria profesional se marcharon a otros lugares y que ahora quieren retornar o mantener el contacto con Extremadura para diferentes opciones de futuro personal y profesional.
¿Qué demandan los extremeños que quieren retornar a nuestra tierra?
Cuando uno vuelve o decide volver no lo hace sólo por una oportunidad laboral, cada uno lleva muchos años fuera y especialmente cuando se ha ido joven, quienes hemos estado fuera sabemos que se inicia un proyecto de vida en otro lugar. Cuando decides volver no solo y exclusivamente vuelves por un trabajo, se incluyen muchos elementos añadidos, como los núcleos familiares creados. En los encuentros virtuales y presenciales que hemos ido haciendo a los largo de este tiempo hemos identificado que todos mencionan la calidad de vida que ofrece Extremadura, es decir, después de muchos años de estar trabajando mucho tiempo fuera, de haber estado en puesto de trabajo de relevancia y otros factores hay un elemento común, y es que se quiere estar cerca de la familia, queremos que nuestros hijos e hijas crezcan en un entorno como Extremadura y cerca de una espacio natural y sostenible. Cuesta más trabajo regresar si la proyección profesional, por su especialidad o particularidad, es muy exigente y concreta. La movilidad humana, la movilidad propia de la dinámica y la de la velocidad del mundo nos lleva a que todos estamos cambiando a lo largo de nuestra vida de trabajos, de ciudades y de expectativas.
Conectar con el talento. ¿Desde qué óptica se quiere interrelacionar el talento de los extremeños que están fuera y dentro de la región?
Cuando hablamos de conectar el talento, el retorno del talento, nos gusta siempre decir que no lo vemos desde un punto de vista elitista, hablamos del talento como esa capacidad que tenemos todos para iniciar una nueva etapa de nuestra vida. Estás dando un paso importante y complejo a la vez, cuando decides irte por una cuestión personal, por una beca Erasmus, o por un etapa de investigación, por un proyecto empresarial, razón sentimental o la razón que sea hay siempre un periodo de adaptación, siempre complejo. Uno se da cuenta de la capacidad de adaptación que se desarrolla. Desde esos enfoques se debe conectar ese talento, desde las diferentes proyecciones que los propios extremeños generan. Lógicamente todos los territorios no están dotados de todo lo necesario para desarrollar diferentes tipologías de trabajos y proyectos, en Nueva York existen unas oportunidades que no ofrecen otras ciudades y viceversa. Igual que nuestros productos y servicios se exportan, las transferencias humanas, los extremeños y extremeñas que se forman en la región también, son demandados a todos los niveles. Tenemos un capital humano muy bien formado, elementos muy apreciados y con esta estrategia intentamos poner en valor las personas que están fuera y como uno independientemente del lugar en el que esté viviendo puede aportar al proyecto de Extremadura.
Cuando hablamos de conectar el talento, nos gusta siempre decir que no lo vemos desde un punto de vista elitista, hablamos del talento como esa capacidad que tenemos todos para iniciar una nueva etapa de nuestra vida
Congreso virtual, por las circunstancias, falta la parte de contacto cercano, de verse las caras de cerca, pero hay algo positivo de todo este formato online, se pueden conectar personas en el mismo momento que de otra manera, sería imposible.
Efectivamente, el compromiso que adquirimos en el anterior congreso fue hacer Congreso cada dos años, ese tiempo porque como podemos ver la vida cambia por horas, el primero fue presencial y este segundo nos hubiera gustado que fuera así, pero si hay algo que ha demostrado la pandemia ha sido la aceleración de la sociedad del mundo digital. Todos estamos en ese proceso pero la COVID lo ha activado de manera más veloz, se han cambiado procesos y metodologías de trabajo y el Congreso no podía ser menos. Una cosa está clara, si todo va bien, dentro de dos años el Congreso será virtual y presencial, un evento híbrido. Esa conexión en tiempo real funciona y nos permite acceder a perfiles que antes eran imposibles. Nos permite conectar con personas desde distintos puntos de España y del mundo, perdemos el factor humano, esa parte de conocerse en el evento de manera natural. Una de las cosas que más me satisfacen de los encuentros virtuales que hemos realizado este año, es el cariño con el que nos recibe personas que no conocíamos de nada y que cuando les escribes dan el ok a la primera para reservar un rato con Congresos como éste.
La Fundación Yuste, ¿Qué peso tiene esta fundación para región y que relevancia adquiere fuera de nuestra región?
La Fundación Yuste es sin duda la gran bandera de la Acción Exterior de Extremadura. Es un proyecto del que nos debemos sentir sumamente orgullosos. La Fundación Yuste tiene su gran día el 9 de mayo, la fecha más visible con los Premios de la Academia, pero el objetivo real es ser ese punto de conexión entre América y Europa, ser un lugar de referencia para la formación y generar espacios de reflexión, especialmente para los jóvenes. En verano Yuste se convierte en un espacio de debate, de trasferencia de conocimientos y para analizar y tener visiones diferentes de un mismo tema. Ese es el gran logro de la Fundación. Alumnos de más de veinticinco países, das las buenas tardes en Europa y los buenos días en América, un momento muy emotivo.
Willy López | Fotografía. Félix Méndez