El 44 Festival Internacional de Teatro de Badajoz estrena el espectáculo ‘La vaca ’ de la compañía extremeña Samarkanda. ‘La vaca’ es una distopía teatral. Una suerte de ajedrez a tres bandas, aderezada con ironía, sentido del humor y una pizca de drama. Dirigida por Eva Redondo es una obra escrita por José Antonio Lucia que la interpreta junto a Rafa Núñez, Juan Carlos Castillejo.
Los protagonistas, Matanza, Yunque y Chaqueta son las piezas de un tablero desangelado. Los tres amandilados encaran un ritual en el que se juegan la vida. Se ofrecen voluntarios para cocinar una vaca como sacrificio a una fortuna que por el momento se les resiste. Ruegan al destino que detenga la mala ventura que recae sobre su pueblo. Pero la vaca no quiere morir. La naturaleza se burla de ellos. Mientras se ocupan de la difícil tarea, hay latente una tensión por asuntos pendientes que habrán de resolver.
Con la excusa del texto, el autor aborda sobre el escenario un juego creativo, insolente en algún punto. “Nos entregamos a la sensibilidad y al talento de Eva, nuestra directora. Y poco a poco comprobamos cómo los personajes, a medida que el proceso avanza, se reafirman, y sostienen silencios y disonancias que van creando a la criatura, nuestra obra. Un universo extraño, lleno de momentos extraños, dolorosos y divertidos. Como a veces en los sueños. Como si de la vida se tratara”.
Tres carniceros se esconden en un bosque que está cerca de su pueblo. El pueblo está invadido y ellos quieren liberarlo por medio de un ritual, sacrificando una vaca. Están comprometidos con cambiar la realidad de su pueblo y de su gente. Se enfrentan al estado de sitio. Los buscan. Quieren acabar con estos tres insurrectos. El sacrificio de la vaca es en realidad una búsqueda eterna de los personajes por encontrar el sentido auténtico. El reafirmarse en el “sí, quiero” frente al “sí, debo” de los moralistas. Huyen de eso que les han vendido por medio de la religión, que no del misticismo. Esquivan ese pensamiento inoculado por la educación, que hace que un pueblo se convierta en lo que es. Estos personajes son cuerpos que anhelan por encima de todo llegar a ser lo que son en realidad. Viven en la escena para mostrarnos ese acto sagrado de superarse a sí mismos. Son el garbanzo negro dentro de la olla, tiene su particular visión de todo. Confrontarán el método convencional que los tiraniza y de ahí surgirá el teatro.
