Fallece su padre y muy poco dinero para tirar para adelante. Un crío, ocho años y de bruces con el portón de un colegio apostólico interno de León. ¿El objetivo? Ser frailes. Dura disciplina pero una pianola por aula gentilmente donada por viudas. De allí surgen las ganas de juntar personas, compañeros para hacer coros y producir música. Su primer lección, su primera revelación con su don musical la de un fraile fanático por la armonía.
-Coloque la mano en el teclado. Levante el dedo uno, súbalo un poco y déjelo caer para que suene la nota do…Está bien ha sonado do, pero no ha hablado… tiene que decir algo, tiene que transmitir algo, la música tiene que contar algo.
El chico de la mano es Víctor Pablo Pérez…el tiempo ha hecho que su música hable, que su dirección, su afán por reunir a personas dotadas con la música nos cuenten historias a través del sonido sinfónico. Invitado como director de la Orquesta de Extremadura nos cuenta su trayectoria, su vida y las ganas que tienen de contar algo los músicos en esta región.
¿Existe un déficit en este país con la cultura clásica musical?
Si vamos con retraso, sobre todo en la música clásica, en la sinfónica muy especialmente, digamos que llevamos un retraso de casi cien años. Estamos intentando recuperar ese desfase pero a veces no se puede ir tan rápido. Se puede recuperar porque la base para el rescate es la educación. Y ahora están brotando muchas cosas en ese aspecto, hace 30 años la situación en el sentido sinfónico era muy pobre, no había orquestas y no había músicos. Y no había músicos porque no había orquestas, un círculo vicioso horrible que durante más de 40 años, en la época de Franco, estuvo escondida, sólo bandas militares y pocas cosas más. Bien es cierto que a finales del siglo XIX se construyeron en España muchos teatros a la italiana en muchas localidades del país y aunque quedaron obsoletos se creó un plan nacional de rehabilitación de teatros, se recuperaron unos 54. Pero a finales del siglo XX volvimos a repetir la historia y se comenzaron a crear palacios y auditorios en cada ciudad y pueblo del país. Esta audotoritis ha creado una inflación de estructuras importantes con enormes problemas para poder mantenerlas vivas por falta de dinero para mantenimiento y programación de estos espacios pero a la vez surgen también las orquestas. Estas orquestas sinfónicas es un fenómeno nuevo, tienen entre veinticinco y treinta años de vida uniéndose a la Orquesta Nacional, a la Orquesta de RTVE y a las orquestas semiprofesionales de Barcelona y Valencia. La Orquesta de Extremadura se encuentra en este nuevo fenómeno, con casi dieciséis años de historia, y es raíz de la Orquesta de Euskadi, la primera en crearse cuando comienza la reciente andadura musical sinfónica en España.
Podemos comprobar que tiene un largo recorrido en el mundo orquestal de España, cuéntenos antes, como llega a ser uno de los mejores directores de Orquesta de este país, defínase en este aspecto profesional
Yo hice mis estudios en Madrid, luego me fue a estudiar al extranjero, en Munich, Viena, Salzburgo, Siena…ciudades que me aportaron una visión mucho más global de mi profesión. Mi fortuna musical se remonta a una llamada que recibo estando en Alemania para preparar la orquesta de Oviedo. Ahí comienza mi andadura profesional. Me eligieron para ser director y estuve ocho años. En aquella época la situación era semiprofesional, los músicos cobraban nueve meses al año, algo que se quiere volver a recuperar, ¡algo tremendo! En una etapa en la que tenía que hacer de todo, archivero, programador, secretario técnico, director…como cuando empiezas de botones en un banco. Durante unos Premios Príncipes de Asturias, Jesús López Cobos me voy dirigir y automáticamente me invitó a dirigir a la Orquesta Nacional de España. De ahí me llamaron a la Orquesta Sinfónica de Tenerife, y desde allí comencé con una andadura similar a la de Oviedo, con veinte temporadas en la isla que estuve simultaneando con la Orquesta de Galicia. Tras este balance profesional me puedo definir como un hombre que se ha dedicado a construir orquestas…[Ríe] …a trabajarlas, a elaborarlas…una enorme fortuna de darles vida.
Suponemos que el presupuesto es esencial para que las orquestas tomen forma…
…mantener una orquesta sinfónica es caro, debe tener buenos salarios, y se deben tener buenos músicos ya que se debe rentabilizar este alto coste, y yo tuve que superar enormes críticas porque por entonces contratábamos músicos extranjeros y la gente no lo entendía. Tuve que explicar infinidad de veces que para romper el panorama, para tener una orquesta de élite se tenía que hacer este esfuerzo, cada músico comprometido con el proyecto aportaba veinte años de enseñanza y calidad. En cinco años quedarán huecos en estas formaciones y los jóvenes deben de formarse y mirarse en estos grandes músicos. Es lo mejor para representar a las autonomías que invierten dinero en ellos y para el futuro musical del país.
“Tras este balance profesional me puedo definir como un hombre que se ha dedicado a construir orquestas”
Es curioso porque a la vez he leído que usted piensa que este país existen grandes talentos en las orquestas jóvenes pero que a veces estos músicos se dirigen a sí mismos, para su lucimiento…
…Ahora mismo hay muchos jóvenes que estudian dirección de orquesta y existen dos fórmulas para llegar alto, una es realizando los estudios reglamentarios, estudiar composición, armonía, orquestación, instrumentación, contrapunto, fuga, estilos, historia de la música, perfeccionamiento de algunos instrumentos y llegas a la dirección de orquesta. Y después hay otros que llegan a través de tocar en las orquestas, con mucho talento y llegan a dirigir orquestas, sin anestesia, sin estudios previos y eso me preocupa, creo que llegan muy rápido, se exceden en los movimientos, en las poses, se dirigen a sí mismos, no piensan tanto en grupal, buscan más el decorado que el fin de la obra a dirigir.
“La audotoritis ha creado una inflación de estructuras importantes con enormes problemas para poder mantenerlas vivas por falta de dinero para mantenimiento y programación de estos espacios pero a la vez surgen también las orquestas”
Hemos hablado de lo que sucede encima de ese escenario que tenemos enfrente, los protagonistas que componen la familia de una orquesta, pero ¿Qué supone para vosotros la otra parte, la del público que ocupa estas butacas? ¿Se está adaptando la ciudadanía a la cultura de la música clásica?
Creo que se está dando un cambio importante, pero está claro que el gustar de la música clásica es como el gustar de los vinos, es decir, cuando uno tiene veinte años cualquier vino te gusta pero con el paso del tiempo uno se va refinando y exige unos sabores y aromas más exigentes, pasa exactamente igual en la música clásica. Los gerentes de las orquestas necesitan adaptarse también a los gustos de la gente, no sólo crear programas para melómanos, gente con cierta edad y cierto poder adquisitivo. Estos gestores deben realizar políticas que atrapen a la gente que está fuera de este circuito, para aquellos que nunca han ido a un concierto y hacerles ver que la Orquesta también es de ellos. Conciertos al aire libre, músicas de bandas sonoras, conciertos para los pequeños y sentir que forman parte de este tipo de actividades culturales.
Hablas de realizar conciertos didácticos para las edades infantiles y juveniles ¿Es importante educar los oídos desde la base?
Esa labor la vienen realizando las orquestas en España con mucho tino y mucha variedad. Curiosamente en Tenerife, viví la experiencia de vivir la sucesión del presidente del Cabildo por un chico joven, que se confesó como un seguidor de la música clásica por los conciertos que empezamos a realizar cuando él era un chaval de doce o trece años. Creo que es un buen ejemplo para responder esta pregunta..…[Ríe].
¿Qué peso adquiere el presupuesto en orquestas como la extremeña?
Sabemos que esta orquesta ha sufrido momentos delicados, pero mantener el futuro musical de la región se necesita tener unos mínimos aceptables, pero no sólo para pagar los sueldos de los músicos y el equipo artístico y técnico, sino también para elaborar una buena programación, para lucirla, publicitarla y para poder llevarla a otros sitios del mundo. Aquí por ejemplo tenemos un magnífico y bello auditorio, pero este espacio tiene por ejemplo un problema con la caja acústica que le falta en el techo del escenario. Es una lástima, porque automáticamente el sonido que puede venir del coro o de la orquesta hacia el público, más del 40% se está quedando ahí, perdido. Es un gasto mínimo pero un gran salto de calidad que necesita la Orquesta de Extremadura. Es fundamental que esto se haga si queremos educar al ciudadano.
“Los gestores deben realizar políticas que atrapen a la gente que está fuera de este circuito, para aquellos que nunca han ido a un concierto y hacerles ver que la Orquesta también es de ellos”
Ahora hablando del “equipo” de la Orquesta de Extremadura y como director invitado ¿En qué estado se encuentra la OEX?
Hace poco la Orquesta de Extremadura estuvo en Madrid y realizó un concierto maravilloso, demostrando un nivel importante. Se trata de una orquesta muy flexible y que tiene muchas ganas de ser dirigida. Es curioso pero un director de orquesta no solo debe dirigir, debe tocar la orquesta, moldear, extraer lo mejor de cada músico. Y esta orquesta tiene esa particularidad…
…¿Cómo se llega a tocar y moldear esta orquesta? ¿Qué conexión se lleva a cabo entre director y músico?
Hay una parte mágica, química en todo esto, pero también es importante la gestión del equipo, la manera de tratar al colectivo es básica. Una orquesta en el fondo también tiene algo de universidad, de parte pedagógica, y transmitir lo que se quiere con gran seguridad marca el devenir del director con su orquesta.
¿Y cuál ha sido el devenir con la Orquesta de Extremadura? ¿Cómo te has sentido?
Muy cómodo. Trabajando de manera maravillosa las dos obras programas, Cherubini y Schumamm. Están tocando con una gran sensibilidad y profesionalidad
¿Es duro mantener las estrellas de la Guía Michelín de la música después de tantos años?
Hay varios trucos en la vida de un director, tenemos que trabajar las obras de manera muy estricta para que se queden el disco duro, y esto unido a la capacidad que debemos de tener de captar la sensibilidad de los músicos, nos puede hacer que estemos un largo tiempo en lo más alto de esta profesión. Al inicio de la carrera eres un conductor, marcamos el compás, más tarde pasas a ser una especie de director y finalmente intentas ser un maestro.
Entrevista. Willy López / Fotografía. Félix Méndez