Ahora, en estos momentos el escenario del Teatro López de Ayala duerme. Necesita coger fuerza, orear los estribillos y soñar con los cuplés. Muchos días de trajín murguero. El teatro asediado por las tropas carnavaleras, que abren el apetito de la fiesta, respira tranquilo, al tran tran de un descanso.
Un ronquido y ¡turuturutú! La gran final, en veinticuatro horas, nuevos latigazos, fustigando con popurrís lo más estrafalario del año.
Un anuario musical que tras los disfraces oxigena el estrés de un cuaderno de bitácora de cualquier humilde ciudadano.
Delante del Teatro López de Ayala, gente apostada y lista para tomar el patio de butacas, la taquilla vuela por los aires y las entradas se rasgan al prestidigitador ritmo del equipo de gran Miguel.
Por los laterales, por el este, entran decorados y más decorados y atrezzo y hasta un coche afanado por alguna murga canalla. Los chicos de la tele hacen de las suyas con las imágenes, un regalo visual para pantallas de todo tipo.
Al oeste entran los artistas, las murgueras, los murgueros, los profesionales de la comunicación, las bebidas, los bocadillos, la chica del cronómetro, tramoyistas, la voz de Juanra, el jurado, el frío de la puerta abierta y la declaración jurada de un Carnaval universal.
Detrás, Toni manda. ¡Silencio! todos a las órdenes de la regidora. La quieren, la queremos, nos quiere y nos cuida. Libreta, boli, radio control y dos besos. Ella sabe qué entra y sale, quiénes actúan y porqué, que cantarán y si volverán. La dulce gurú de las bambalinas. No manda, ordena, seria pero con sonrisa entera.
Toni ha visto pasar a los padres de los murgueros que ahora se suben a las tablas, a los hijos que lo harán, ha visto cosas que vosotros no creeríais: Atacar naves en llamas más allá del Parque de San Francisco. Ha visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Palmas. Todos esos momentos Toni no lo perderá… en el tiempo… como lágrimas en la lluvia. ¡Es hora de morir…por el Carnaval!
Amantes en cornisas cornudas…Faraonas chuleando, valientes y elegantes, de Carnaval…Pitis y perros callejeros…Murgueros cuneiformes surrealistas y acatalolivenzados…Personajes de una biblia que nadie…o algunos…o nadie ha leído entera…Indios y vaqueros a partes iguales en días impares.
Chsss, hablen bajito…Los camerinos en apnea cogen fuerza, las escaleras en silencio conducen al escenario, que aún duerme, contando murguitas, una murga, dos murgas, tres murgas, así hasta 24 murgas y… ¡Que suba el telón!
Al alba se alarga la sombra de un cowboy, a galope a galope a galope al gaLópez de Ayala que voy. Al-Maridi “Los de Inditex”
Yo soy la Carmen, la hija y la madre…la que te cuida sin pedir na…la del Guadiana, la Plaza Alta, la que al flamenco le da el compás…la que te canta, la que te baila, para los males poder espantá…la que prefiere que le apuñalen antes que irse de esta ciudad. Las Chimixurris
¿Qué pasa? ¿Qué tú te has venido al López y tu mujer se ha quedado en casa? Pues yo no estaría tranquilo tan sentaíto en la butaca. Los Mirinda se van de “Aventura en Pelote”
¡Libertad! Qué te puedas poner cuatro trapos y a la calle. “La verdadera historia del Piti” Water Closed
Otra vez febrero otra vez aquí a pintar tu cara de mil colores, a dejarme el alma vengo por ti y volverme cuerdo si lo propones. El canto del loco – Los 3W
Si en vez de los catalanes fuéramos los extremeños los que nos independizamos no se enteran ni que nos vamos. Los que se reparten el testamento