Todo el mundo dice que el desayuno es la comida más importante del día. En Badajoz el desayuno es capital. En la ciudad pacense es posible tomar a primera hora unas migas extremeñas, unos churros con café o una tostada de cachuela, (el paté de la tierra realizado con hígado de cerdo frito en manteca de cerdo con ajo, especias y pimentón de la Vera), tostada extremeña (tomate, aceite de oliva y jamón ibérico de bellota), tostada con queso de la tierra, tostada con mantequilla, con york, vegetal, aceite…
Badajoz amanece con una ‘BADAJOZ CAPITAL MUNDIAL DE LOS DESAYUNOS’. Ese es el lema que el Ayuntamiento de Badajoz ha lanzado en su campaña de promoción en FITUR 2020.
El privilegiado entorno natural en que se asienta Badajoz, cabecera de las Vegas del Guadiana y refugio de la mayor extensión de dehesa del mundo, junto a su historia multicultural, hacen de la ciudad un destino con un extraordinario potencial gastronómico que pretenden fomentar con la primera comida del día.
La oferta gastronómica de la ciudad tiene a su disposición una despensa natural única, una alacena cargada de productos autóctonos de extraordinaria calidad sobre la que se asienta una cocina de base tradicional, que no pasa desapercibida para nadie. De hecho, la variedad de la actual cocina pacense tiene su origen en tres vertientes culinarias tradicionales, la cocina de la dehesa, la cocina pastoril y la cocina rayana, las tres fuertemente ligadas al entorno y a los recursos naturales que éste produce.