La Diputación de Badajoz ha celebrado esta mañana el acto principal con motivo del Día Internacional de la Mujer. Bajo el epígrafe “La Diputación, foro de las mujeres”.
El Patio de Columnas ha sido el espacio escogido para el evento, que ha contado con las presencias, entre otras autoridades e invitados, del presidente de la institución provincial, Miguel Ángel Gallardo; la vicepresidenta primera, Virginia Borrallo; la portavoz de la Junta de Extremadura, Isabel Gil Rosiña; diputados provinciales; concejales del Ayuntamiento de Badajoz; alcaldes y ediles de diferentes municipios pacenses; representantes de oficinas y secretarías de Igualdad; mancomunidades; asociaciones de mujeres de diferentes puntos de la región; y los testimonios de la empresaria Cristina Viera, la trabajadora de Apamex Ana Navas, la psicóloga de la Casa de la Mujer Belén Fernández, la ama de casa Carmela Moreno, y las estudiantes de piano y trompeta del Conservatorio Superior María Cano y Sara Ruíz. El acto ha estado amenizado por una agrupación de viento con alumnos del Conservatorio Bonifacio Gil dirigidos por Guillermo Galindo.
Virginia Borrallo ha leído un manifiesto en el que, entre otras reivindicaciones, ha abogado “por una sociedad en la que las mujeres vivan libres de violencia, una sociedad paritaria y participativa en la que las mujeres ocupen el lugar que les corresponde por derecho y por capacidad”.
Borrallo ha manifestado que “el 8 de Marzo estaremos junto a las organizaciones sociales y feministas para defender los derechos, la libertad e igualdad de las mujeres, haciendo un llamamiento a toda la ciudadanía, a las instituciones y organizaciones para que juntos avancemos hacia una sociedad más justa e igualitaria y en la que nadie se quede fuera”.
En otro momento de su intervención, la vicepresidenta ha indicado que generaciones de mujeres han luchado por la libertad, “como nuestras abuelas, nuestras madres, incluso nuestras bisabuelas”, una libertad que hoy es patrimonio colectivo gracias a ellas y “que hay que seguir defendiendo cada día porque nadie nos la da, pero algunos quieren arrebatárnosla”. La violencia de género es incompatible con la democracia. En ese sentido, Virginia Borrallo ha defendido la subcomisión creada por el Gobierno Central para un Pacto de Estado contra la Violencia de Género, si bien lo ha considerado “un buen paso pero no suficiente, ya que hay que prevenir y garantizar la formación en igualdad en todos los ciclos formativos entre las y los jóvenes”.
También se ha referido a la reforma laboral ya que “está perjudicando más a las mujeres por el reparto desigual del empleo, por la precariedad y la temporalidad, además de denunciar que “las mujeres con discapacidad sufren discriminación múltiple”. Como parte de la solución, Borrallo ha precisado que hay que fomentar el acceso a la educación superior así como su participación social y política, respetando los derechos sexuales y reproductivos e implementando medidas de apoyo adecuadas para que las víctimas de violencia de género tengan las ayudas necesarias y accesibles.
Tras la lectura del manifiesto le ha tocado el turno a seis mujeres que han prestado su testimonio ante el público asistente, como Cristina Viera, empresaria de un software a la carta y residente en Alburquerque. Para esta mujer, “las tecnologías dan pie a que tenga cabida todo el mundo, sin discriminaciones”. O las palabras de Ana Navas, técnica de accesibilidad que ampara a la educación como garante de que “nuestros hijos crezcan en la igualdad de derechos asumiendo que todos los seres humanos somos iguales”.
Para la psicóloga de la Casa de la Mujer de Badajoz, Belén Fernández, esta institución trabaja “para que las mujeres sean visibles”. En su discurso ha expresado que “a las mujeres nos une el hecho de serlo y la sociedad que compartimos”, si bien y mientras las políticas en pro de la igualdad y la erradicación de la violencia de género no cambien “seguiremos muriendo en manos de un hombre, asesinadas”.
Otros testimonios son los de las alumnas del Conservatorio Superior María Cano y Sara Ruíz. Si para la primera, estudiante de 4º de piano, por el hecho de ser mujer “no he vivido ningún tipo de discriminación en el ámbito musical”, Sara Ruíz, que cursa 3º de trompeta, sí lo ha sentido simplemente por el instrumento elegido, pues la trompeta se considera más propia de hombres. “No hay ningún problema por ser mujer y tocar cualquier instrumento”, ha reivindicado. María Cano, por su parte, espera que otras mujeres “puedan tener la suerte que he tenido yo pues no tiene sentido que haya diferencias”.
Para concluir la ronda de testimonios, Carmela Moreno, viuda y madre de tres hijos, ha afirmado ser feliz siendo ama de casa y criando a su descendencia. Tras emigrar a Francia en la época de los años sesenta del pasado siglo, y a pesar de la dureza que supone volver a empezar en un país extraño, esta sexagenaria se siente satisfecha con su vida.
“Me voy hoy con una sensación extraordinaria por aprender de vuestras experiencias”. Así se ha dirigido Miguel Ángel Gallardo a las seis mujeres que han compartido sus experiencias con los asistentes al foro. El presidente de la Diputación ha defendido la posibilidad de ofrecer a las mujeres oportunidades en el mundo rural, así como la necesidad de “nosotros, los mayores, no nos fijemos en la diferencia sino en las semejanzas, como hacen los niños”. Para ello ha redundado en la necesidad de inculcar estos valores a través de la educación. Para concluir su intervención, Gallardo ha manifestado que “no hay peor terrorismo que aquel que se produce en el ámbito de la intimidad del hogar”.
La portavoz de la Junta de Extremadura ha formulado una serie de reflexiones en tono al Día Internacional de la Mujer, como que “desde la individualidad hay que cambiar la discriminación haciendo frente a las etiquetas y micromachismos”. Para Gil Rosiña “tenemos un reto desde los poderes públicos para pasar de una igualdad formal a una real”. Refiriéndose a la Ley de Igualdad de la Junta de Extremadura, Rosiña defiende que tras su aprobación hay que ponerla en práctica, entre otras medidas, “con la obligatoriedad de que todos los organismos públicos sean paritarios” y con la firma que se va a producir con los alcaldes y alcaldesas de la región para “poner en marcha políticas de igualdad, en concreto los artículos 7 y 8 de la Ley”.
“Nos están matando y hay que acabar con los minutos de silencio”. Así ha concluido la portavoz del gobierno autónomo su intervención, poniendo en valor un Pacto de Estado, con políticas y presupuestos reales “para evitar más muertes por violencia machista”.
Reportaje. Willy López | Fotografía Félix Méndez
