«Valiente es aquel que no la prueba», me decía cuando me hablaba de las drogas. Siempre me educó y me dijo que no la consumiera. Una paradoja tratándose de uno de los narcos más importantes del siglo pasado.»
«Imagínate a Pablo Escobar cantando las canciones del Topo Gigio, con la voz del Topo Gigio. A mí me cantaba y a mi hermana siempre le contó cuentos.»
«Siento un amor por mi padre que es innegociable. Yo admiro a Pablo, mi padre. Pero no a Escobar, el mafioso. Nos ha dejado un legado de enorme violencia.»
«Recuerdo también su olor. Olor a remolacha, porque era lo que más comía. Le gustaba mucho.»
«Fue un viaje largo de 20 días con toda la familia por todo el país. Todo el tiempo recorriendo y gastando. Recuerdo muchos excesos y excentricidades. Un día llegamos a un aeropuerto y había más limusinas que personas.»
Juan Pablo Escobar. Hijo de Pablo Escobar
Las ilustraciones de Don Tito Merello queman. Fogata con paleta electrónica incendiarias y borrón y cuenta nueva. Es fácil, copias una foto con papel calca contra el cristal de tu salón, con cuidado, sin apretar para que parezca natural y listo. Un proceso, el de este arquitecto, basado en las genuinas bases del Tratado Majestuoso del buen tiralíneas, volumen II del eminente profesor Domenico Bergamota . Reza así. Recepcione querido arquitecto, con firmeza una cera manley y trace líneas lecorbusianas con el sentido clásico de Pitote de Pérgamo y haga como que tenga ardores, gesto muy de nuestro gremio, en época de plicas concursales. Verá como sus planos cobran vida, efecto polaroid, y zas, un dibujito igualito al de la foto. El prócer dará cuenta de ello en el colegio, los pasos a seguir; los de siempre querido colega de profesión, salmuera y publicación en redes sociales.