Written by: Point Blank

Point Blank #09 «Piel roja»

edicion point blank

Alguna vez, juego a sentirme libre. Imagino que mi moto es un caballo y que yo soy un solitario fojarido salvaje al oeste del río Pecos, escapado de un western de Sam Peckinpah. En el pasado, cometí algunos errores que me llevaron a tener que huir de la justicia y tengo que cruzar la frontera. Territorio tan movedizo habitado por ganadores y  gringos perdedores como yo.  De lo que en realidad huyo es de mi mismo, de la lucha entre la libertad individual y la vida en global, dos caras de una misma moneda. Una es transitoria, incansable y solitaria y hay un predicador borracho que amenaza con el infierno. La otra es colectiva, en busca de una familia, arraigo y un lugar en donde el corazón habite. Los fieles inician un desfile cantando por las calles.

Siempre hay bares de la frontera, donde alguaciles y atracadores comparten caracoles y bifanas, en un pacto consentido que solo existe aquí y ahora. Es ahí donde suelo reunirme con el resto de la banda, algunos nos nombran “Los Canallas”, todos atrapados irremediablemente en un mismo destino, todos en busca de un tiempo perdido, todos traicionados y con heridas abiertas en fuego, todos redimidos por románticos. Comemos y bebemos y a veces, también cabalgamos juntos, armados con nuestras cámaras a la cintura y siempre entre risas y ocasionalmente entre llantos, disparamos a mansalva. En un temblor de sinceridad, os diría que es una historia de amor entre hombres. Vamos sin rumbo fijo, nos paramos delante de unos chamacos que torturan a un escorpión dándoselo de comer a las hormigas. Si se mueve, mátalo dijo el anarcopoeta.

Pero quizá porque estamos atrapados en nuestras propias vidas, y no sabemos hacer otra cosa, o quizá porque solo la auténtica revolución se puede hacer con posturas individuales, o quizá porque estamos tejidos de  nuestros propios sueños, retornamos implacables a la soledad en el camino.

Persisto en perseguir no se muy bien el qué, se nota el calor, se nota el sueño, se nota el tiempo. Lo primero que sentí fue la mirada fascinante de la niña, que me llevó a soñar con volver a ser niño. Tras una fastuosa barba de esas que tienen otro color por el centro de tanto fumar y escupir, resoplaba el patriarca. Tras recuperar el aliento fui descubriendo en sus rostros mestizos del desierto, el sentimiento de purificación que parece predecir al sacrificio. Héroes épicos marginales, sabedores del final de una manera de vivir que es la única que conocen.

Algunos, en principio, me miraban con desprecio, como se mira a los cazarecompensas. Eran los guardianes de los elementos que no se pueden alterar, porque están dentro sólo de su condición humana, inherentes a su raza. No me amilané y aguanté su mirada. Algunos torpes gestos bastaron para que entendieran mi fascinación hacia ellos y que toda esta épica debería ser contada para perdurar en la memoria. Será en forma de quejido, como un grito orgulloso, como una especie de balada de piel roja.

Vamos?.

Porqué no, dijo.

Pkp

01pkp_01calo_013 02pkp_01calo_009 03pkp_03calo_003 04pkp_02calo_005 05pkp_04calo_007 copia 06pkp_04calo_024 copia 07pkp_01calo_093 08pkp_04calo_003 copia 09pkp_02calo_007 010pkp_01calo_076 011pkp_03calo_052 012pkp_03calo_055 013pkp_02calo_025 014pkp_05calo_031 015pkp_03calo_012 016pkp_02calo_020 017pkp_05calo_024 018pkp_04calo_013 copia 019pkp_05calo_003 020pkp_05calo_027 copia 021pkp_05calo_032 023pkp_05calo_047 copia 022016pkp_03calo_057

(Visited 47 times, 1 visits today)
Etiquetas: , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , Last modified:

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies