El Domingo de Resurrección tiene lugar el domingo siguiente a la primera luna llena de la primavera del hemisferio norte, aunque hay algunas excepciones, como cuando se traslada al siguiente para evitar que coincida con la Pascua judía. En este 2023, la primera luna llena tras el equinoccio de primavera tuvo lugar el jueves 6 de abril, y por eso el Domingo de Pascua es el domingo de la misma semana.
Cuando he llegado a verte a la casa cofrade ya estabas atareado colocando las mantillas, esta vez eran blancas, para expresar el júbilo y la alegría. Hoy parecía que estabas mejor, aunque, la procesión va por dentro, me has dicho, pero en torno a nosotros se respira ese olor a fiesta de mañana y flores recién cortadas. La banda corretea afinando instrumentos y los costaleros y costaleras parecen levantar un peso más liviano y más llevadero.
El templo va quedando vacío de músicos, nazarenas, hombres y mujeres de trono, muñidores, penitentes y a todas acompañas mientras permaneces con la mirada clavada en el paso, quizá pensando… “el año que viene no me recojo”.
Este año no has podido, como tanto te gusta caminar junto a los tuyos, cerquita, tu padecimiento no te lo ha permitido, pero sí acompañarles hasta el último peldaño de la iglesia.
Como teólogo autodidacta, Unamuno sintió especial debilidad por la Cristología, fue su poesía religiosa fruto y necesidad, tal vez, la reacción superadora a la fuerte crisis religiosa que sufrió a finales del siglo XIX. Como en San Manuel Bueno, mártir, quiero agradecerte Juanma estos tres días que he pasado cual Lázaro caminando y permaneciendo al lado de su Don Manuel.
«Agranda la puerta Padre,
porque no puedo pasar;
la hiciste para los niños,
yo he crecido a mi pesar.
Si no me agrandas la puerta, achícame, por piedad;
vuélveme a mi edad bendita
en que vivir es soñar».
Miguel de Unamuno
Texto y fotos: Félix Méndez
