A veces la vida es hermosa, como cuando haces una foto a tu marido y sale la cara de tu primer novio.
A veces la vida es hermosa, como cuando nos preparamos para escuchar una canción escrita contra sí misma. Con sólo hacer click en la canción de Mute Swimmer y una suscripción Premium para evitar bachatas y ritmos bailongos de otros mundos.
A veces la vida es hermosa, como cuando un perro pastor tarda media hora en negociar con el rebaño un nuevo pienso, mucha mano izquierda y ladridos de conmiseración.
A veces la vida es hermosa, el barrio de San Roque de smoking, Loles con encargos y pajarita cinematográfica para el guión de Julián Quintanilla.
A veces la vida es hermosa, cincuenta años juntos y ahora comienzan a acariciarse las líneas de las manos.
A veces la vida es hermosa, como cuando te plantas una talla 36 y nadie se fija en tus caderas, los ojos puestos en la mirada de los fotógrafos.
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